Alto a la ONU y a su comisión «Anti-Impunidad»

Por Narciso Isa Conde

Sectores que reclaman el FIN DE LA IMPUNIDAD, unos con cierta ingenuidad y otros conscientes de la esencia negativa de ese paso, han insistido en solicitarle a la ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS-ONU el “acompañamiento” de su COMISIÓN INTERNACIONAL CONTRA LA IMPUNIDAD para las indagaciones e iniciativas judiciales sobre el caso de los sobornos de ODEBRECH y las funestas implicaciones del contrato de la Plantas a carbón en Punta Catalina-Baní.

En nuestro país la exigencia del “Fin de la Impunidad” incluye el caso Odebrecht en todas sus vertientes (sobornos y sobrevaluaciones), pero al mismo tiempo lo desborda por tratarse de una acumulación de múltiples casos de gran envergadura y de la imposición de un régimen de corrupción e impunidad que compromete todo el poder establecido, sus instituciones y personeros civiles, militares y empresariales al más alto nivel; incluido dos ex-presidentes, el presidente actual y cúpulas empresariales diversas y todo el sistema tradicional de partido.

Se trata, en consecuencia, de un proceso a desarrollar en el escenario extra-institucional, desatado por la portentosa MARCHA VERDE que requiere de un alto grado de soberanía popular y nacional, sin injerencia de intereses de Estados; mucho menos de una ONU manipulada por EEUU y por sus intereses imperialistas, con diversos niveles de complicidades de parte de las demás potencias capitalistas que inciden sobre sus decisiones; todas ellas -sobre todo las que vetan y determinan, y la ONU por tanto- con sus corruptos preferidos y sus corporaciones, complejos militares-financieros, gobiernos y Estados bajo protección, por más mafiosos que estos sean.

LA ONU ACTUAL

Es la ONU que ha acompañado y acompaña a EEUU y a la Unión Europea durante los grandes genocidios y saqueo en los Balcanes, Ucrania, Palestina, Líbano, Irak, Afganistán, Siria, Yemen… Ahora con un Departamento de Estado tutelado por TRUMP, magnate corrupto que ataca de ya a la partidocracia corrupta.

Que disfraza de MINUSTAH la intervención militar estadounidense en Haití, que sirve de sostén a “gobiernos” corruptos, a las mafias haitianas y al saqueo de la “ayuda internacional” y de sus reservas mineral, incluidos los robos del clan Clinton.

Que calla frente a los crímenes de los gorilas civiles y militares hondureños, frente a los golpes “blandos” del capitalismo mafioso en Paraguay, Argentina, Brasil… y ante planes similares en marcha contra los procesos independientes de Venezuela, Ecuador, Bolivia, Cuba, Nicaragua…

Que no movió un pelo frente a las corruptelas de los BUSH-CHENEY, ni tocó con el pétalo de una rosa la estafa todavía impune de 50 mil millones de dólares del magnate Bernard Madoff, la más grande en la historia de Wall Street; ni contra las fechorías de la Hall Burton, Smith Earon, Barrick Gold, Falconbridge, General Electric, de los bancos de negocios como Golman Sach y las especulaciones mafiosas de George Soros… Ni contra la podredumbre del stablishment republicano y demócrata.

Que junto a EEUU tapa los delitos de corrupción de la CIA y la DEA, del paramilitarismo a su servicio y de los carteles preferidos.

Que no reacciona cuando EEUU secuestra las informaciones de los narco-delincuentes extraditados como ha sucedido con Quirino, Nelson Solano, Figueroa Agosto

Que nunca actuó contra los crímenes y delitos de corrupción del balaguerismo y que también dejó robar a granel, sin decir ni Ji, a los personeros de los regímenes el régimen perredeísta y peledeísta.

Porque en verdad EEUU solo mueve en la ONU mecanismos de ese tipo, incluida su Comisión Internacional Contra la Impunidad, a petición de las ONGs que controla o que controlan sus aliados, y en determinadas circunstancias tales como:

  • Cuando su accionar no le perjudica, más bien prestigia o le lava la cara a sus espurios intereses o si se le pudren ciertos aliados y le conviene relevarlos por otros bajo su control.
  • Cuando la situación le exige sacrificar algunas piezas para disminuir tensiones y salvar el sistema y sus instituciones.
  • Cuando le urge “cambiar” para que nada cambie, o para que solo cambien mecanismos secundarios dejando en pie las instituciones dependientes.
  • Cuando necesita limitar, mediatizar y controlar los cambios de más profundidad que se estén gestando.
  • Cuando le interesa contrarrestar y debilitar sus competidores.
  • Cuando calcula que la situación puede salirse de su control y procura impedirlo.

CUIDARNOS DE MANIOBRAS USAID DESTINADAS A BLOQUEAR CAMBIOS

Aquí viene gestándose una situación muy delicada y riesgosa para la clase dominante-gobernante, la cual se ha agravado luego de la poderosa MARCHA VERDE y su cadena de consecuencias e implicaciones en la confrontación con una corrupción y una impunidad que son sistémicas, amenazando la gobernabilidad del régimen impuesto y todo el sistema de partidos al servicio de esta dominación. Una situación nueva y esperanzadora.

Curiosamente quienes en tales circunstancias han introducido y ponen el mayor empeño en la traída de la referida Comisión de la ONU son las entidades y ONGs vinculadas a las agencias de financiamiento norteamericanas y europeas, y en algunos casos a la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional-USAID, que a su vez patrocina una buena parte de las redes y fundaciones de participación y acción ciudadana y de la llamada lucha por la transparencia a tono con los intereses y objetivos parciales de EEUU. Abunda aquí el activismo de los USAID-BOYS.

La USAID es la institución estadounidense encargada de distribuir la mayor parte de la “ayuda” exterior de carácter no militar dentro de las directrices estratégicas del Departamento de Estado, ahora con el grupo TRUMP a la cabeza.

Junto a la Fundación Nacional para la Democracia, la USAID trabaja en relación directa con la CIA, llegando a realizar actividades propias de la misma en diversos escenarios, incluyendo planes para desestabilizar gobiernos no alineados con las políticas de Estados Unidos. Las propias autoridades del organismo han reconocido su apoyo a fuerzas políticas de derecha y extrema derecha opositoras y a sus conspiraciones sediciosas contra gobiernos soberanos de América Latina como los de Bolivia, Ecuador, Cuba y Venezuela; así como el financiamiento a ONGs, Fundaciones y entidades sociales que eventualmente podrían contribuir a relevar gobiernos leales a EEUU, pero ya desgastado por los efectos de la mezcla diabólica de corrupción, impunidad y neoliberalismo.

El presidente Evo Morales de Bolivia acusó a la USAID de financiar actividades de desestabilización en su país, alertando a Washington que su agencia estatal podría ser expulsada.

En Cuba, Alan Gross, un empleado de una contratista de la USAID, Development Alternatives Inc (DAI), fue detenido en diciembre del 2009 y acusado de espionaje y subversión. Traía equipos satelitales y otros de alta tecnología al país caribeño para ser entregados a grupos de la contrarrevolución.

En Venezuela, las agencias internacionales norteamericanas y euro-occidentales están involucradas en grandes redes de lavado de dinero, junto a sus piti-yanquis o «socios» venezolanos. Ingresan los millones de dólares en efectivo al país, sin fiscalizarlos, y así eluden los controles sobre el cambio de moneda extranjera que existen en Venezuela para evitar actos ilícitos y fuga de capital.

Wikileaks ha ofrecido numerosas pruebas sobre las perversidades políticas de la USAID.

LAS SIMULACIONES DE EEUU Y ALIADOS

Si EEUU está manipulando el tema ODEBRECH, como el de EMBRAER (casos Tucanos), no es para ponerle fin a la impunidad: mucho menos para reemplazar regímenes corruptos y deteriorados por modelos de gestión honestos y transparentes.

Lo hace porque se trata de corporaciones del emergente imperialismo brasileño que compiten con las propias, igualmente corruptas y corruptoras; y porque en la medida el Brasil del PT de Lula lamentablemente actuó como exportador de la corrupción hacia gobiernos no controlados por EEUU y hacia otros subordinados o pupilos de EEUU (que le fueron infieles en materia de negocio y que se han desgastados políticamente), y como además son inocultables variados niveles de corrupción impunes a cargo del llamado “progresismo” continental, se le ha ofrecido al imperio una oportunidad para revertir una realidad adversa a sus intereses en Argentina y Brasil y para pretender lo mismo, también con la bandera anti-corrupción, en Venezuela, Nicaragua, El Salvador… siempre a favor de una ultraderecha mafiosa.

Igual también para quitarle presión a situaciones como las de Guatemala, Panamá y Republica Dominicana, auspiciando cambios limitados, salidas mediatizadas y/o relevos bajo su control; procurando evitar a toda costa el desplome del sistema y el desmonte del modelo capitalista neoliberal que emana corrupción, bloqueando a la vez alternativas soberanas y transformaciones estructurales vía Constituyentes Populares y Soberanas.

CONCLUSIONES

Por eso en el contexto dominicano, donde se abre la oportunidad de arrancar de raíz el régimen de impunidad, la dictadura institucional corrompida y el modelo neoliberal en que se sustenta, es improcedente por riesgoso abrirle cacha la intervención de la ONU que auspician entidades apadrinadas por la USAID, por agencias europeas, por opositores gelatinosos o de derecha y no pocos/as luchadores ingenuos/as.

Yo, el Movimiento Caamañista-MC, la Izquierda Revolucionaria-IR y los movimientos sociales transformadores independientes conscientes de ese peligro, de seguro vamos a oponernos con todas nuestras energías a esa pretensión y si llega a consumarse la presencia de esa Comisión de la ONU procuraremos que el pueblo la presione y la acorrale para que no pueda imponer fórmulas de factura imperialista, ya sea a tono con el interés del Departamento de Estado, ahora en manos de la corriente fascistoide de Donald Trump, o influenciadas paralelamente por el establisment estadounidense y las potencias europeas que le adversan.

La solidaridad internacional que necesita el pueblo dominicano que ha decidido tomar las calles es la de los pueblos oprimidos, las de las clases y sectores explotados o excluidos del mundo, la de nuestra América rebelde; no la de las elites y las potencias que simulan una moral que no tienen y que procuran siempre resolver las crisis a su favor manipulando los procesos en marcha.

Por demás, quede claro que reclamamos cese de impunidad de todos los delitos de Estado, de la corrupción y los asesinatos procedentes de todos los gobiernos cuales sean sus características “ideológicas”, llámense de derecha o de “izquierda”, reaccionarios o progresistas; convencidos/as que las izquierdas que se corrompen dejan de serlo y se pasan de hecho a unas de las casillas, moderadas o no, de las derechas. Incluida la de la propia ONU.

17-03-2017, Santo Domingo, RD. narsoisa@gmail.com

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