¿Planes sociales o compra de voluntades?

Por Ricardo Bustos

Para quienes ya estamos viviendo en el maravilloso mundo de la «juventud acelerada», percibiendo de ANSES la módica suma de $7,000 para comprar alimentos, abonar las tarifas, comprar medicamentos que no cubre el PAMI y si queda algo. pagar el alquiler, esta noticia que encontramos en el Diario la Capital de Mar del Plata, nos produce una extraña sensación de sentimientos encontrados a la hora de razonar.

La noticia en cuestión relata que «Un fiscal detectó que de 10 mujeres detenidas en Balcarce, ciudad agropecuaria cercana a Mar del Plata, por venta de droga, 8 recibían dinero por Asignación Universal por Hijo u otros beneficios sociales y de esa manera financiaban el narcomenudeo».

El fiscal Rodolfo Moure, explicó que del relevamiento realizado por las mujeres detenidas por venta de cocaína en Balcarce en 2017 y 2018, “el 80% recibía cada mes dinero del Estado por diferentes beneficios sociales”. Y agrega:

Uno de los casos testigos emblemáticos es el de una mujer, que está imputada por infringir la ley de droga y que declaró que cada mes recibía 10,000 pesos por “las asignaciones universales” y otras becas municipales y que, con ese dinero, viajaba hasta Mar del Plata, para comprar cocaína que luego revendía en Balcarce.

Lo insólito es que la mujer se encuentra con prisión preventiva al día del juicio y, cada mes, el Estado le sigue depositando el dinero correspondiente a la Asignación Universal por Hijo. “Es posible que esta mujer, cuando salga, tenga unos 100,000 pesos en su cuenta bancaria, dinero que podrá volver a utilizar para comprar droga”, según declaró una fuente judicial.

Otro de los casos investigados por el fiscal Moure, demostró que una de las mujeres detenidas por venta de droga cobraba la Asignación Universal por sus hijos a pesar de que los menores, desde hacía seis meses vivían con su padre, sin tener contacto con ella. Ese dinero, sospecha el fiscal, fue el utilizado para financiar la droga que luego vendía.

Para el fiscal Moure, (y para nosotros los jubilados) no hay dudas de que hay una falta absoluta de control de Anses, en constatar qué se hace con la plata que se otorga por los beneficios sociales.

El fiscal Moure, propone “suspender los planes sociales a quienes cometen este tipo de delitos ya que “el dinero de estos beneficios sociales es para los chicos, por lo que se podría nombrar a otro adulto para que estén a su cargo y que ese adulto cobre los beneficios”.

En los próximos días, el fiscal Moure, le enviará un informe a Anses con las conclusiones por estos casos detectados y con esa propuesta de “cuidar” el dinero del Estado que se le entrega a la gente, para que ese dinero realmente sea para quienes más lo necesitan y no para los que delinquen.

Hace pocos días, el Fiscal detuvo a un hombre acusado de vender cocaína en Balcarce. El sujeto, al declarar, expresó que su verdadera ocupación era cosechar papas en un campo. Al chequear esta información, el fiscal encontró que el sujeto, imputado por venta de droga pero supuesto cosechador de papas, estaba jubilado por discapacidad, por un problema en la cadera. Sin embargo, la verdadera sorpresa no fue que un hombre jubilado por discapacidad, por problemas en la cadera se dedicara a cosechar papas, sino que, según trascendió:

El hombre había tramitado en Anses su jubilación por discapacidad, luego de caerse del techo de una casa a la que había ingresado para robar y se lastimara la cadera.

De esta manera, un delincuente que se lesionó la cadera robando una casa, estaba jubilado por discapacidad, seguía trabajando cosechando papas y, además, fue detenido por vender cocaína.

Si retrocedemos apenas 3 años en el tiempo, nos encontraremos con cifras que al día de la fecha, aún no sabemos si han cambiado, lo cierto es que en la localidad de Clorinda, Formosa, límite con la República del Paraguay, las sucursales del Banco Nación, todos los meses reciben, de acuerdo a estimaciones, sobre un total de 24,500 beneficiarios, entre jubilaciones, pensiones, pensiones no contributivas y otras asignaciones a más de 18 mil ciudadanos que ingresan desde el Paraguay (y que también votan en Argentina, cuando hay elecciones).

Han pasado más de dos años y este tema no lo veo sobre el escritorio de los gobernantes actuales. Los jubilados argentinos que trabajaron toda su vida para que, llegado el momento del descanso puedan disfrutar de una vida digna, sin sobresaltos, hoy perciben en el mismo cajero, de los mismos Bancos, mucho menos dinero del que perciben esas mujeres que destinan esa ayuda para comprar droga y luego venderla.

«Enseñar a quien no quiere aprender es como sembrar un campo sin ararlo», Richard Whately (1787-1863) Arzobispo anglicano y educador británico.

El autor es: Locutor Nacional-Comunicador.
Capiovi Misiones, Argentina
DNI 7788556

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