Con el moquillo pa’bajo, diciendo que era un relajo (Décima)

Por Juan Tomás Valenzuela

El diputado Quiñones,
en un ágil recoveco,
pidió disculpa a Pacheco
por aquella expresiones.
El agrio de los limones 
le arruga el rostro a cualquiera
y pa’enojar a esa fiera 
del sector de Cristo Rey,
hay que ser muy pata e’buey
o guapo como pantera.

Quiñones, había expresado
que el diputado Pacheco,
aprovechándose un hueco,
estaba confabulado 
con el “jefe del Estado”,
como apodan al ungido,
sobre la Ley de Partidos
para dejarla pasar,
y de paso, asegurar 
no salir comprometido.

Se había dicho que el vocero,
huyéndole a la prisión,
tenía una negociación 
como dijo este embustero. 
¡Troglodita bandolero!,
contestó Alfredo Pacheco.
“Vaya a ponerse de fresco
con su mái o con Danilo,
que todavía no ha nacido
quién me coja de muñeco”.

Cuando Quiñones oyó
el pique que cojió ese hombre,
intentó cambinarse el nombre,
pero no lo consiguió.
Pero alguien lo aconsejó
pa’que se evite la muerte.
“Tienes que ponerte fuerte,
y habla claro con Pacheco,
o si nó, fabrica un hueco
pa‘que tenga ande meterte”

Ayer vimos a Quiñones
con el moquillo pa’bajo,
diciendo que era un relajo
lo de esa declaraciones.
Y a la recua de lambones
que lo azuzaron a eso,
que les caiga todo el peso 
de la justicia divina,
porque en lo de Catalina,
Pacheco no cogió un peso.

26 junio 2018

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