Roberto Rosario, el negocio del capa perro (Décima)

Por Juan Tomás Valenzuela

Hoy me acabo de enterar
que don Roberto Rosario
le hizo un desfalco al erario
y al proceso electoral,
al comprar ese arsenal
de scanneres defectuosos,
pues resulta sospechoso
que tó’estas bellaquerías,
se han hecho sin garantía
y en un proceso dudoso.

Pancho Álvarez dijo ayer,
en un programa radial,
que la compra original
no fue como debía ser.
Que abusando del poder
que otorga su investidura,
un rufián muy cara dura,
que no es para nada tonto,
remodificó los montos
de esta pila de basura.

Fue de 31 millones
el contrato original,
pero así, sin explicar,
se le aumentó 8 millones.
No se explicó las razones
de este singular aumento.
pero con ese porciento
que se añadió a la factura,
no es normal que a estas alturas
no haya algún sometimiento.

Roberto cojió a esta gente
de tontos, pero con P.
Yo recuerdo aquella vez
que en un twit a su hija ausente,
dijo despectivamente
que este pueblo era una selva,
que agradecía que Minerva
(no se si así se llamaba)
estaba siendo educada
bien lejos de tó’esta yerba.

Roberto, todo un Marquéz,
como dice su apellido,
creyéndose bendecido,
actuaba con tozudez.
Se notaba la embriaguez
de poder en sus acciones
y con 40 millones
de dólares del estado,
hizo un proceso viciado
en las pasada elecciones.

11 noviembre 2017

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