La NASA celebra jubilosa llegada de Juno a Jupiter

Por Washington Cabello

(WASHINGTON, D.C., Estados Unidos).- La agencia espacial de Estados Unidos (NASA, por sus siglas en inglés) celebró con jubilo, el que luego de realizar un recorrido de 5 años por el Sistema Solar a 260.000 kilómetros por hora, la sonda Juno llegó a Júpiter.

“Nadie ha visto Júpiter el modo en el que nosotros vamos a hacerlo”, dijo el director de la misió, Scott Bolton.

Los científicos buscan aportar datos sobre el planeta que hasta ahora estaban vedados, y se hacen varias preguntas, como, ¿Cómo de grande es?, ¿Cuánta agua contiene?, ¿Oculta una supertierra en su interior?, ¿Cómo es?, ¿Es el origen de su gigantesco campo magnético? y ¿Qué pasa debajo de su atmósfera?.

El éxito de la misión abre una serie de meses de experimentos y órbitas en torno al gigante rojo que la NASA espera que entreguen más información de la que hemos tenido nunca.

Durante décadas la observación de Júpiter ha estado muy limitada a lo que puede apreciarse desde la Tierra, incluido su gigantesco “ojo”, esa tormenta permanente que toma forma de mancha arrebolada en su superficie.

Lo más parecido que hemos tenido hasta la fecha ha sido Galileo, otra misión de la NASA, que operó desde 1995 hasta 2003 y que terminó por desintegrarse en una última maniobra suicida cuando los científicos desviaron su trayectoria lo máximo posible hacia el interior de la atmósfera de Júpiter.

En lo relativo a la formación del planeta Tierra en los orígenes del Sistema Solar, pocos otros planetas esconden información para los científicos como Júpiter. asegura Bolton: “Júpiter representa el primer y quizá más importante paso en la transición existente entre formar una estrella y formar un sistema solar. Es tan grande que usó más de la mitad de los restos existentes tras la formación de nuestro Sol”, dijo.

Júpiter es una gigantesca aglomeración de gases. Eso implica que, al contrario de lo que sucede en la Tierra o incluso en Marte, no hay una parte sólida una vez cruzas su atmósfera, no se puede “aterrizar”. Sólo hay gas.

Júpiter tiene la radiación más intensa que existe en el sistema Solar. En la Tierra, nos exponemos continuamente a una radiación de fondo de unos 0,3 rads. En comparación, en la serie de aproximaciones que Juno realizará a “solo” 5000 kilómetros de las nubes superiores del planeta”, la sonda se verá expuesta a aproximadamente unos 20 millones rads.

Juno, uno de los objetos más rápidos, nos ayudará a entender los efectos del campo magnético de Júpiter y sus espectaculares auroras boreales, muchas de ellas más grandes incluso que la propia Tierra. Dentro de poco más de un año, y para evitar la “contaminación” derivada de la intensísima atmósfera, la NASA mandará a Juno en una última maniobra suicida hacia el interior del planeta rojo, siguiendo los pasos de Galileo, para evaluar su composición justo antes de morir.

 

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