Por Juan Tomás Valenzuela La tormenta Abusador, más fuerte que la Dorián, se convierte en huracán y eso si que da pavor. Al pobre Procurador lo tiene casi al ahogarse y al que pensaba quedarse, pero el plan no se le dió, también lo desguabinó aún pretenda no enterarse. Los vientos huracanados de este problema atmosférico tienen al ungido histérico, a más de desesperado. La relación del Estado con César, el traficante, quien se paseaba…
Leer más