Aferrarse a un poder no conferido tarde o temprano trae consecuencias funestas

Por Sin Reservas

No cabe dudas de que con muy raras excepciones, el aferrarse al poder y más cuando no se le he conferido por el pueblo trae funestas consecuencias.

Lo hemos vivido y lo hemos sabido a través de historias, unas por terquedad y acciones criminales de sus protagonistas y otras por intereses económicos malditos de sus opositores y auspiciadores, como lo es este reciente caso del vil asesinato del Presidente de Haití, Jovenel Moïse.

Hasta pruebas en contrario Moïse, no estuvo involucrado en acciones criminales contra su pueblo, ni contra sus opositores, su único pecado fue enfrentar a los malvados empresarios (principalmente del ámbito de la energía eléctrica) que por decadas han estado masacrando al pueblo haitiano, y que al parecer poseen apoyo o auspicio foráneo.

Particularmente de que se impuso por un año más en el poder aludiendo razones que nadie pudo demostrarle no tenía, e impedírselo, y además al parecer tenía posibilidades de que el próximo año fuera reclamado por el pueblo para un nuevo periodo y pudiera lograrlo, por lo que esos empresarios, entendieron que solo eliminándole fisícamente podían impedirlo, y que no prosiguiera el curso iniciado, de sacarlos del juego económico, atracando el Estado haitiano.

Aunque se comenta también que la casta internacional detrás de Haití, veía en Moïse, un escollo a sus propósitos de apoderarse de sus preciados tesoros mineros. Pero más aún también se habla de su repudio a dejarse manipular con la mal llamada vacuna contra el Covid-19 o coronavirus, y eso se lo achacan al asesinato.

Rafael Leónidas Trujilo Molina

Más lejos tenemos aquí en la República Dominicana, a Rafael Leónidas Trujilo Molina, quien se perpetuo en el poder y pensaba que solo la muerte natural le podía poner fin a sus décadas de abusos, asesinatos, torturas y terror.

Pero encontró quienes se arriesgaron a ponerle fin a sus oprobios, y la muerte lo separó del poder, pero no la que él se pensaba, murio a hierro, como sus víctimas.

Hugo Chávez

Mas acá teníamos a Hugo Chávez, que en Venezuela, se dedicó a llamar al demonio y al fin lo escuchó y lo visitó y aunque dejó un condigno y peor suyo, él pagó por sus fechorías y terminó como debía.

Aprovechamos para recordarle a ese demonio que le impuso Cuba, dejara en su lugar, Nicolás Podrido (digo Maduro) que lo él no está lejos.

Augusto Pinochet

Asimismo terminó el dictador sanguinario Augusto Pinochet, en Chile, desasitiado y perseguido, y algunos de sus esbirros condenados.

Al comenzar a ser perseguido y ser apresado en Londres, el 16 de octubre del año 1998, en virtud de una orden de captura emanada por el juez español Baltasar Garzón, este delincuente, esta vergüenza humana fue capaz de salirse con que:

«¡Ustedes no tienen ni un derecho a hacer esto, no pueden arrestarme! ¡Yo estoy aquí en una misión secreta!».

Daniel Ortega

Otra despreciable cosa, es el tal Daniel Ortega, que tiene a Nicaragua, como herencia suya, y que no tenemos dudas de que lo veremos, al igual que al pelafustan que le acompaña en la imagen y a sus secuaces y esbirros, profugos o pagando sus fechorías.

Danilo Medina

Y finalmente tenemos en la República Dominicana, a Danilo Medina, un elemento que creó desde el Poder Ejecutivo, el Cartel Medina-Montilla, e hicieron de todo, de todo, nada faltó, no faltó nada, pues desde lo más repudiable como son crímenes contra adversarios, hasta lo más sencillo un insulto a cualquiera que osare cuestionarlo.

Y por supuesto debemos mencionar por si acaso usted no lo incluye en lo más repudiable, que arrasaron (se robaron) con el más mínimo centavo del erario público.

Danilo, sus secuaces y esbirros, sembraron odio, rencor, malagradecimiento, masacraron, hirieron, maltrataron, robaron, asaltaron, secuestraron, encarcelaron, crearon expedientes, insultaron, espiaron, seducieron, y larga lista de etcétera.

Esa retahila de daños y perjuicios hizo que Danilo Medina, cosechara la «puerta trasera de la funeraria Blandino», el día del velatorio de la madre del líder de los partidos de la Liberación Dominicana (PLD) y la Fuerza del Pueblo (FP), Leonel Fernández.

Asi pues, que como podemos observar en esta pincelada de acciones contra la voluntad popular, que la mayoría trae consigo acciones criminales para aterrorizar e imponerse, producen a la corta o la larga desenlaces fatales.

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