Por Sin Reservas
Cuando salieron a aplaudir que una familia completa (madre y sus hijos) forman parte de la Policía Nacional, expresamos con toda responsabilidad que esto no era motivo para enorgullecerse. Primero porque esa institución sino es la peor, es una de ellas en la República Dominicana, y segundo como es posible que de tantos hermanos, uno solo no pensara en prepararse y hacerse de otra profesión.
Iniciándose, al ingresar la manera en como los «forman» es para bestias, por lo que no es de extrañarse que al salir a la calle y «armados» se sienten superiores y actuan como lo hicieron «como bestias» y no cualquier bestia y lo demostró el infeliz-asesino de los mecanicos recientemente.
Pero este no tuvo la culpa, la culpa es de la institución que le dicen «sin palabras»: Ustedes no son humanos, ni siquiera son animales, son maquinas, estan hechos para matar, para pisotear, para asesinar, para, para, para… Sin palabras le dicen son basuras, y no cualquier basura, parque la mayoría sirve.
Entonces que puede esperar una familia u otro persona desconocida de un infeliz que haya ingresado a la Policía?, que en cualquier momento se desquite con la esposa, los hijos o cualquier otra persona, lo que les hacen sus mal llamados «superiores» e instructores.
Y lo vimos en Santiago, como estos infelices agredieron mujeres sin reparo, naturalmente lo llevaron con el rostro cubierto, a sabiendas de a lo que iban.
Y para colmo cuando necesitan de la institución le niegan el auxilio, como estos dos casos:
Primer caso:
El sargento Jorge Aquino -Tony-, de 32 años de edad, quien prestaba servicios en el destacamento de Los Minas, recurrió a lo público, ya que en la Policía, lo ignoraron.
Y en un vídeo divulgado por Noticias Telemicro, en un raportaje realizado por el periodista Deyson Ovalles, este hasta lloró clamando ayuda para curar a su hijo que padece de dos hernias y de Atresia biliar, que una obstrucción de los conductos (vías) que transportan un líquido llamado bilis desde el hígado hasta la vesícula biliar.
Pues nadie le hizo caso, y este tomó la descabellada decisión de quitarse la vida disparándose a la cabeza con el arma de reglamento el pasado día 6 de abril. Residía en El callejón de los Tapia en Santo Domingo Este.
En el vídeo se puede ver al sargento llorando y pidiendo ayuda al pueblo dominicano y al gobierno para un trasplante de hígado que le podían realizar en Argentina, ya que no quería que su hijo se le muriera. La suma ascendía a 120 mil dólares.
Segundo:
El raso Junior Morillo, quien perdió el ojo en el año 2014, en un tiroteo estando en servicio mendigó publicamente (suponemos que lo había hecho en privado) al director mayor general Ney Aldrin Bautista Almonte, una “ayuda” de 20 mil pesitos para colocoarse una prótesis.
Y la sorpresa ha sido mayor cuando aparecen unos oficiales haciéndole entrega de la mitad del dinero que necesita Morillo.
La Policía Nacional, no puede o no quiere disponer de esos chelitos para resolver la situación de uno de sus afectados?.
Entonces almirante Sigfrido Pared Pérez, estos dos miembros traicionan la institución…???
