Sospechosa fuga: Que dice sujeto Porsche amarillo miembro de antisociales no dejan dormir a nadie; Vídeo

Por Sin Reservas

Lo primero que vamos a colocar son la definición de «delincuente» y dos frases para ilustrar nuestra opinión

Según el diccionario. «Delincuente» significa: «El diccionario jurídico considera delincuente a la persona que interviene en un delito (acciones u omisiones dolosas o culposas penadas por la ley), sujeto activo del mismo en calidad de autor, cómplice o encubridor, o de cualquier actuación punible».

Y las frases: «Quien no tiene hechas, no tiene sospecha» y «El que nada debe nada teme».

Pues según lo que expresa el diccionario jurídico Johann Luis Nieto Ramírez, dueño del Porsche amarillo, no solo cometió delito sino que atentó contra la vida y propiedades ajenas. Porque gracias a Dios, no encontró a su paso una o varias víctimas, ni se estrelló contra propiedad alguna.

Ahora bien, han expresado tantas sandeces tanto él como su abogado, que a partir de este momento, debemos de identificarlo como:

«San Johann Luis Nieto Ramírez»

«Que si yo anduviera en un Sonata, no hubiese estado pasando esto»; «Que el que le diga delincuente, tiene que probarlo»; «Se trata de un bulto mayúsculo»; «Se trata de una persecución»; Entre otras.

Lo primero: Es lo contrario, ustedes los que han tenido la oportunidad -bien o mal habida- se creen con todo el derecho de pulular por doquier delinquiendo y perturbando la vida de los demás en sus malditos vehículos las 24 horas horas del día.

Lo segundo: Nadie tiene que decirle «delincuente» a un delincuente, pues queda tácito que en su caso usted no andaba predicando la palabra de Dios. Usted se burló de las autoridades de la Dirección General de Seguridad, de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett), precisamente por lo primero.

Lo tercero: «bulto» precisamente era lo que usted hacía en esa vía excibiendo su vehículo, y en esa jodiéndole los oídos, vulnerando sus derechos e irrespetando a los demás con sus excesivas aceleraciones. Que yá estamos jartos de denunciarlos.

Lo Cuarto: «persecución» que necesidad tiene nadie de perseguirlos a ustedes que no sea por sus fechorías, y de eso precisamente es que adolecen las autoridades -de no perseguirlos- a ustedes que se pasan la madrugada despertando e irrumpiendo el sueño de la gente. Aunque de todos modos deberían de enumerar los antecedentes de «persecución».

Pero hay muchas dudas en la sociedad por su comportamiento y esgrimen y se preguntan lo siguiente :

No sería que ese elemento, cambió lo que pudiera acarrearle lo que hizo por lo que le pasaría si descubrían algo en ese vehículo, y prefirió enfrentar los cargos que se le imputan y no los que le vendrían si las autoridades hacían algún descubrimiento, pues ese sujeto se negó hasta a bajar el cristal. Y entre las conjeturas que hemos escuchado y leído, se encuentran:

Andaría con alguna mujer que le traería serios problemas.

Andaría con alguna arma de fuego ilegal.

Andaría con alguna sustancia prohíbida.

Andaría con algún individuo con problemas judiciales.

Y así sucesivamente, la gente comenta y emite sus conceptos u opiniones. Y no está especulando está deduciendo cosas tras el comportamiento de este individuo. Que trajo consigo que «San Johann, sea acusado de intento de homicidio», y por suerte para él no es de asesinato. 

Algunas vainas que han dicho, que «creemos» no tiene que ver con lo acción punible, pero que mueven a analizarse:

San Johann, que es licenciado en Mercadeo y que tiene más de 17 años en el negocio de venta de vehículos. Que tiene su empresa constituida. Que nunca ha visitado una cárcel. Que revisen su historial. Que no tiene ninguna falta como ciudadano más allá de varias multas de tránsito. Que cometió el error por el temor, que la autoridad está abusando del ciudadano. Que ha sido víctima de la persecución que hay con los documentos de los vehículos.

Siempre hemos escuchado «lo contrario» a esto que San Johann dijo:

Lo que sí le digo, y no es para justificar, si yo anduviera en un carro marca Corolla, año 92, o en un Sonata, no hubiese estado pasando esto. Y si yo fuera una persona que no fuera empresario, y manejara un peso o dos…

Entonces a que diablos va este abogado a dirimir a una emisora, que vaya a ganárselo al Tribunal, a defenderlo en el Tribunal, y no a emitir peplas por la radio. Por qué le importa a nadie que el vehículo que la Digesett tenía no es, que el que es, lo aclaró San Johann. Lo que importa es que responda por su fechoría.

Que le han dañado la moral a su cliente. En el día de hoy es un delincuente, es un homicida (…). Su reputación no vale un peso. O sea que fue la Digesett que lo empujó para que arrancara.

Prosiguiendo con esta perorata del abogado, al parecer esto lo excime del delito, cuando dice:

Que el general Ramón Antonio Guzmán Peralta, fue al negocio de San Johann y dejó su contacto para que lo llamaran. Entonces el abogado fue a la oficina del director, y le pidió que no se revelara el nombre de San Johann, y no respetaron su pedido.

No obstante San Johann, cometió el error de fugarse, cuando el agente lo enfrentó. Y dijo que San Johann, no está prófugo como han dicho las autoridades.

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