Algunos ya calientan el agua para poner las barbas en remojo. El «Pata Medina» no es el único

Por Ricardo Bustos

Los que por nuestra profesión hemos trabajado cerca del «precio del poder» y aún en nuestra veteranía «seguimos alquilando» porque no se nos pegó ningún vuelto en el camino, sabemos muy bien que todavía hay muchos «Pata Medina» sueltos en todo el territorio de la República Argentina, solo hacen falta Fiscales y Jueces que se animen a investigar. Se van a llevar muchas sorpresas.

La gran mayoría, con vidas «calcadas» entre unos y otros, con testaferros, cargos que siguen ocupando sus hijas o hijos con vida de millonarios, viajes al exterior, ropas de las mejores marcas y violencia permanente hacia quienes no piensan como ellos. Vergonzoso derroche de dinero en cientos de propiedades o vehículos que en el resto de sus días no podrán utilizar porque generalmente a estos líderes de la delincuencia no les da el físico o la edad para disfrutarlos y un discurso hacia su «pobres» dirigidos que los convierte en jefes de asociaciones ilícitas encubiertas.

Estos personajes son defendidos hasta la muerte por sus «colaboradores» cada vez que se los llama para realizar algún acto de protesta o apriete y solo reciben a cambio algún presente en navidad para su familia o un juguete el día del niño.

La mayoría de estos sindicalistas se convierten en dueños de una «mutual» que funciona dentro de los mismos sindicatos y nunca nadie puede, como socio, acceder a los libros contables para saber en qué se gasta el dinero que ingresa por los intereses que cobran, por el mismo dinero que «les prestan» a sus propios afiliados, por ello, siempre se hace una diferencia entre el nombre legal de un sindicato o una mutual para separar las aguas y, llegado el caso, no quedar pegados con alguna maniobra que pueda ser provocada por la plata dulce que ingresa.

Hemos llegado a conocer una mutual en el litoral que es «manejada» por una familia, pero dicen representar a una entidad gremial y todos lo saben en esa ciudad capital no existe tal gremio.

En las grandes Ciudades, los medios conocen a cada uno de estos dirigentes pero por temor, conveniencia o simplemente por no meterse, nadie lo dice. Existen gremios como el de los porteros de edificios, cuyo titular histórico José francisco Santa María, cuyo hijo heredó el sillón de su padre «porque los compañeros lo eligieron».

Pasaron algunos años y el joven se convirtió en político, sindicalista, dirigente deportivo y entre otros cargos es el presidente del Partido Justicialista de la Ciudad autónoma de Buenos Aires, enrolado en las filas del Cristinismo.

Por si no le alcanzara el dinero para sobrevivir, también ocupa un cargo en ese mamarracho político llamado «Parlasur» que inventaron para depositar a los que quedaron fuera de las listas, perdieron las elecciones o simplemente quieren dedicarse a otra cosa sin perder el rango de «legislador» y nos cuesta muchos millones de pesos al año a todos los argentinos, encima no se reúnen y tampoco en la actualidad existe alguna razón que justifique su existencia.

El Parlasur, fué creado a instancias de los trasnochados líderes «latinoamericanos» que no comulgaban con los principios e ideales del Mercosur.

Si bien es cierto que por su nivel cultural el «Pata Medina», albañil de profesión y titular hasta ayer de la UOCRA delegación la Plata, es un sindicalista del subdesarrollo, el caso de Santa María, no está exento de ser juzgado por su vida de «hombre con poderes» dentro de los gremios. Santa María, es editor general de la revista «Caras y caretas» y Director General del grupo Octubre, que gestiona a la propia revista y además el diario Página 12, la radio AM 750, el Diario Z, Radio Malena, Revista PIN y El Planeta Urbano. En el año 2012, fué elegido presidente del club Sportivo Barracas, por lo tanto también tiene presencia en la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).

Como no podía ser de otra manera y fiel al libreto de este tipo de dirigentes, mientras su padre era el secretario general del gremio, el joven Santa María, presidía la «Mutual» (?) del Sindicato. Después nos asombramos cuando las expensas en los edificios de propiedad horizontal son mas caras que un alquiler si de algún lado debe salir el dinero para mantener estos sindicatos y si estos casos los trasladamos a los cientos de sindicatos que están relacionados con nuestras vidas, veremos que la mayoría nos hacen la vida mucho mas difícil, empezando por los gremios docentes por dar un solo ejemplo.

La mayoría de los líderes sindicales, han viajado a Roma, para trasladarse a El Vaticano, uno de los Estados mas pequeños del planeta pero con poder de decisiones cuando las «papas queman». Todos buscan la estampita cuando la ayuda terrenal se va terminando, aunque todo indica que en esta, nuestra nueva Argentina, se están terminando las estampitas y las bendiciones no alcanzan para limpiar tanta corrupción.

Todo es cuestión de tiempo y paciencia, comparar casos de sindicalistas o dirigentes de entidades que viven de y con la corrupción, nos mostrará a la hora de la verdad que otro país es posible si nos animamos a levantar la voz y libremente decir lo que conocemos en nuestra propia comarca, sin temor a las represalias o las patotas alimentadas con dineros de los propios trabajadores.

El blog «corrupcionarg@hotmail.com» describe a ese grupo de sindicalistas millonarios: «argentinos con tres costados perversos: corrupción, violencia e impunidad y su dirigencia, la que representa a la masa de trabajadores se caracteriza por ser varias veces millonaria. Dirigentes sindicales millonarios que representan a trabajadores que no siempre alcanzan a superar la línea de pobreza. Tan solo repasar en las últimas décadas obliga a advertir que esta clase de sindicalismo ha sido cómplice y protagonista decisivo para que los trabajadores sean siempre la variable de ajuste del modelo imperante, porque a ellos les da lo mismo la derecha que la izquierda. No hay que perder la memoria y recordar que ellos, los sindicalistas, fueron cómplices necesarios en la caída del salario y en la precariedad laboral. No es casualidad que haya crecido tanto en la clase trabajadora como en el conjunto de la población el sentimiento de rechazo hacia esta dirigencia sindical, la que siempre ha sido cobijada, utilizada y alimentado por el poder político de turno».

La forma de actuar de estos dirigentes millonarios es la misma en todos lados. Se esconden de los afiliados al gremio, poder hablar con ellos es sacarse el Quini 6, siempre están protegidos por sujetos que, si bien pertenecen al gremio como afiliados, nunca se sabe donde trabajan, si cumplen algún horario en alguna repartición o empresa, tienen autos último modelo, ropas de calidad, pulseras de oro, cadenitas, anillos y todo tipo de ostentación ridícula solo por pertenecer al círculo del «hombre» que conduce.

Campos, autos de alta gama que cambian cada año, sus hijos con la mejor vida, viajes al exterior, casas quintas (mas de una porque muchas veces y por «algún tipo de problemas» deben cambiar de lugar donde pernoctar para que nadie sepa donde están), en fín una vida complicada porque en el fondo, ellos saben que algún día la mano y el pie de la justicia caerá sobre ellos y no podrán dar explicación alguna sobre su enriquecimiento.

«Ahora los trabajadores deben tener el derecho de afiliarse a un sindicato. Pero los sindicatos no deben ser forzados a los trabajadores. Y los sindicatos no deberían tener el poder de tomar el dinero de nuestro sueldo de sus miembros para comprar el apoyo de los políticos que se ven favorecidas por los jefes de los sindicatos». Mitt Romney.

El autor es: Locutor Nacional-Comunicador.
Capiovi Misiones, Argentina
DNI 7788556

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