Crisis diplomática y militar entre Rusia y Turquía

Por Willians De Jesús Salvador

Rusia y Turquía habían sido enemigos históricos desde que escenificaron a finales del siglo XIX la llamada “guerra ruso-turca de 1877–1878”, conocida como la “Guerra de Oriente”. No obstante habían logrado una relación bilateral excelente, hasta el 24 noviembre cuando se produce el incidente en que un avión caza bombardero ruso Su-24 fue derribado por aviones F-16 de las fuerzas aéreas turcas, lo cual ha provocado una crisis diplomática que ha estropeado las relaciones bilaterales entre Moscú y Ankara.

Las derivaciones de este conflicto tienen muchas aristas que no han sido aireadas. Todas las discusiones han girado en torno al nefasto acontecimiento del derribo del avión ruso que cayó en la zona montañosa de Latakia, una provincia costera de Siria que en la actualidad está en disputa entre el gobierno sirio y las fuerzas rebeldes.

Los hechos y las versiones de ambos países, Turquía ha manifestado literalmente :
Citamos del portal “Huffingtsonpost” http://www.huffingtonpost.es/ 2015/11/25/turquia-rusia- avion_n_8649008.html

“En una carta dirigida al Consejo de Seguridad, el embajador turco ante Naciones Unidas, Halit Cevik, explicó que dos aviones militares tipo Su-24 violaron su espacio aéreo durante 17 segundos antes de que sus cazas derribaran uno de ellos. En ese mismo texto se explica que los bombarderos, de los que no especifica nacionalidad, recibieron 10 advertencias en 5 minutos mientras se acercaban a Turquía en la región de Yayladag/ Hatay».

Esta carta puntualiza “Ignorando esos avisos, ambos aviones, a una altitud de 19.000 pies, violaron el espacio aéreo nacional turco hasta una profundidad de 1,36 millas y una longitud de 1,15 millas durante 17 segundos”, señala la misiva. Tras ello, uno de los aparatos cambió su rumbo y dejó el espacio aéreo de Turquía, mientras que el otro fue atacado por F-16 turcos y cayó en territorio sirio, según Cevik”.

Esa es la verdad de los hechos, pero cabe preguntarse ¿Estos aviones constituían una amenaza militar para Turquía?, ¿Porque actuar contra un objetivo militar de un país considerado “amigo”, con tanta ligereza, por 17 segundos que cruce la línea roja de la frontera?, ¿O subyace otras razones de carácter estratégica o militar en la acción turca, que no se disculpó por el lamentable y fatal incidente?

Hay quienes señalan que esta acción tenía como finalidad el meta mensaje de parte de Turquía a Rusia de protección de su espacio aéreo porque los bombardeos estaban dirigidos  al norte de Siria donde hay un campo de refugiados turcomanos considerados etnias hermanas de Turquía.

En la región del norte de Siria, donde cayó la aeronave, había un campamento de refugiados turcomanos, una etnia cercana a la turca dentro de Siria y que es apoyada por Turquía. Los turcomanos son aproximadamente 200 mil y viven al norte de la provincia de Siria, provincia de Latakia, al oeste de Idlib, se instalaron en Anatolia en el siglo XI.

Moscú ha reaccionado con indignación y gran enfado, su presidente Vladimir Putin, manifestando que. Turquía le pesará el derribo del avión, y la tensión se elevó de tono, cuando el presidente ruso rechazó una oferta de su homologo turco, Erdogan, de reunirse en Francia y manifestó el convencimiento de su gobierno de que Turquía derribó un avión de combate ruso que operaba en Siría, para garantizar el suministro de petróleo que Ankara compra al grupo yihadista Estado Islámico.

Es importante recordar que Turquía es el único país musulmán miembro de la OTAN, y que este organismo realiza esfuerzos para que la situación no se desborde con Rusia, lo que haría poco manejable la ya complicada situación Siria, donde pudiera estallar una conflagración de grandes dimensiones. Recordamos que es la primera vez desde el año 1952, que un miembro de la OTAN derriba un avión de otro miembro de la OTAN.

Rusia anunció sanciones a Turquía en dos áreas sensibles de su economía, turismo y agricultura. Putin firmó un decreto que impide los vuelos chárter desde Rusia a Turquía y el visado a los nacionales turcos, así como la venta de paquete turísticos. Los grandes proyectos energéticos rusos en Turquía no han sido motivos de discusión hasta el momento, me imagino que median contratos con cláusulas que su violación por las partes conlleva a sanciones y penalidades.

La ruptura total de relaciones diplomáticas y comerciales, plantea un trastorno de grandes dimensiones por los intereses bilaterales que están en juego. Las relaciones están en un punto muerto.

El presidente ruso dirige un su discurso anual ante los miembros de las dos cámaras legislativas de su  país, como consagra la Constitución en el Kremlin, manifestó: «Recordemos también que fue en Turquía donde se ocultaron y recibieron apoyo los rebeldes que actuaban en el Cáucaso Norte durante los años 90. Aun así, el turco es un pueblo generoso y trabajador. En Turquía tenemos muchos amigos, que deben ser conscientes de que a ellos no los equiparamos con los cómplices del terrorismo».

Ahora bien, el presidente Putin es impredecible en sus desiciones, las cuales adopta en el momento que las circunstancias les sean más favorable. Al recibir los restos mortales de los pilotos amenazó a Ankara, manifestó con enojo que le pesará haber derribado el avión, pasado el enojo, expresó en su discurso a la nación: “Al parecer, Alá ha decidido castigar a esta élite gobernante de Turquía privándola del juicio y la razón. Nosotros debemos evitar una reacción provocada por la histeria, algo que sería muy peligroso. Esto no sucederá. Nuestras acciones se basan ante todo en la responsabilidad. No vamos a tomar las armas”.

Ahora bien, que frena una reacción desproporcionada del presidente ruso, lo establecido en el el artículo 5 de Tratado del Atlántico Norte, que establece que un ataque armado contra uno miembro del bloque se considerará dirigido contra todos.

Además de que si el ataque se produce, cada una de ellas, en ejercicio del derecho de legítima defensa individual o colectiva reconocido por el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, ayudará a la Parte o Partes atacadas”.

En la actualidad Rusia tiene mayor poderío militar que Turquía, según el Índice Global de Poder Militar (GFI, por sus siglas en inglés). Rusia ocupa el segundo lugar del ‘ranking’ por detrás de EE.UU. y Turquía ocupa la décima posición.

Sin embargo, una cosa es cierta: Rusia tiene considerables intereses geoestratégicos en Siria, un país que durante más de cuarenta años es su aliado y que alberga en Tartus la única base mediterránea de la Armada rusa. No sólo eso, sino que los rusos han construido una base aérea en Al-Ladhiqiyah (Laodicea), que es un bastión de Assad, aunque los intereses rusos son evidentes, Dmitrij Trenin, dijo que para Putin “Assad no es una vaca sagrada” y que su único interés es “salvar el estado sirio, evitando que se fragmente como ha sucedido en Libia o en Yemen”.

Estados Unidos de América y aliados, insisten en la salida del presidente sirio, el secretario de Estado, John Kerry, ha declarado que Estados Unidos de América  tomará “duras medidas” si Rusia e Irán bloquean el proceso político de transición del poder en Siria y siguen apoyando al presidente Bashar Asad.

Visto todo lo anterior, podemos asegurar que un enfrentamiento entre Rusia y Turquía agravaría la situación de la zona, y existe la necesidad urgente de crear un clima de convivencia y cooperación entre los países que combaten al ISI, todas estas razones son suficientes para que la ONU, convoque una cumbre entre los países que tienen  agenda de guerra en la zona y se unifiquen criterios, optimicen recursos y se plantee una política migratoria consensuada para los refugiados, que se ha convertido en una crisis humanitaria, esta tragedia despierta la solidaridad de la sociedad global.

Hay que renovar los esfuerzos diplomáticos para crear un clima de paz y entendimiento en Siria antes que el conflicto alcance dimensiones que enfrente a Estados Unidos y aliados con la Federación Rusa y aliados, ya en el escenario de guerra están interactúan además de EEUU y Rusia, Francia, se sumaron Inglaterra y próximamente Alemania.

El autor es Médico, diplomático, analista de política internacional. Reside en Santiago, República Dominicana.

williansdejesuss@gmail.com

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