ECUADOR: Terrorismo y narcotráfico

Por María Celsa Rodríguez

Con el atentado ocurrido a finales de enero en Esmeralda, Ecuador, ingresó a ser uno de los países de latinoamérica que ha sufrido atentados con la estocada mortal que suele usar el narcoterrorismo.

Está claro que no solo se puede pensar que es un país que facilita las rutas para el negocio de la droga sino también que es un «depósito», que fracciona y la redistribuye, siendo su director de orquesta el llamado «Guacho» quien es un protector de las rutas internas del camino de la droga, en el centro del continente, que comienza en Tumaco, en el país vecino de Colombia, y luego recorre las propiedades -que son depósitos de la FARC-, instaladas a lo largo de medio territorio ecuatoriano.

Se estima que hay más de 100 propiedades que pertenecen a este grupo de disidentes de la legendaria Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombiana, con una valuación cerca de 20 millones de dólares.

Walter Arisala, alias «Guacho» es un experto en explosivo, que ha aprendido con las FARC a manejar con astucia este negocio ilegal que mueve millones. La ubicación estratégica de Ecuador, le permite diseminar su mega negocio por latinoamérica e ir más allá. Conoce muy bien los tejes y manejes del lado del Pacífico. Se colmó de experiencia en el área financiera de venta y blanqueo, aprendió a armar explosivo y mover toneladas de droga por las fronteras. Todo lo aprendió cuando estuvo en la Brigada Daniel Aldana de las FARC. Hoy es considerado un líder fuerte, que desde los afluentes de Esmeralda, se expande y se centra en Tumaco, la Capital del narcotráfico.

¿Qué beneficia a estos traficantes el hecho de moverse en varios países con el apoyo de los mismos gobiernos?

Bien lo analiza Pedro Rivas Nieto, en su libro «Terrorismo y antiterrorismo en el mundo contemporáneo»:
«La policía de un Estado no puede por si sola enfrentarse al terrorismo incluso contra grupos surgidos en el mismo territorio en que atentan y que apenas hayan cruzado fronteras. Serían pocos y anómalos los casos en que una banda de estas características fuera tan provinciana. Casi todos los grupos establecen algún tipo de alianza o cruzan fronteras para esconderse en países en los que la policía del Estado atacado no puede actuar [o su actuación no es tan eficaz, quizás por tenes focos corruptos en sus filas].

Cuando las Farc cruzan las fronteras colombianas con Ecuador, Perú, Venezuela o Brasil, no hay forma alguna de combatirla en esos países, sin violar su soberanía si las fuerzas de seguridad de esos países no se involucran ni ayudan al Estado Colombiano. Así que hay que lograr esa ayuda. Esto se agrava si el terrorismo va más allá, y es internacional, trasnacional o global, ya sea ejercido por revolucionarios clásicos, ya sea de tipo salafista, mucho más letal y mejor organizado, cuya razón y objetivo le ayudan a actuar a escala mundial. Por todo esto, una de las pautas necesarias de toda lucha antiterrorista que no quiera enflaquecerse, es lograr una pujante y constante cooperación internacional…

Prevenir el terrorismo internacional, contenerlo, combatirlo y vencerlo requiere la cooperación general y específica, tanto bilateral como multilateral».

Ecuador, tiene dos elementos a su favor para estar en el centro del comercio de la droga, aparte de su ubicación estratégica, y son: 1) la dolarizacion de su economía; 2) la posición permisiva de su gobierno alineado políticamente al Socialismo del Siglo XXI, pero lo peor de todo, es su pobre e ideologizada política exterior, que no acata las reglas básicas del comercio exterior, no ha aceptado someterse a las reglamentaciones de la propiedad intelectual y de protección de inversiones que son exigidas en los países del primer mundo. Pero lo más importante es que no coloca al narcotráfico, que financian el terrorismo, dentro de los puntos centrales de su Agenda de Política Exterior 2017-2021.

Si bien el presidente Lenin Moreno, tiene una definición política más edulcorada por más que se lo tildó del Delfin de Rafael Correa -quien fue financiado por las FARC en su primera campaña política a la presidencia-, y su gobierno desde la indiferencia fagocitó el crecimiento del crimen organizado en el Ecuador, al tener un centro de operaciones en Quito y al permitirle que las familias de ciertos personajes de las FARC vivieran tranquilamente en el país.

Lenin, ha reconocido que el terrorismo y el narcotráfico vienen del exterior, -no ha dicho nada novedoso-, pero lo que se ha olvidado de decir, es que estos se han vitaminizados en los últimos tiempos gracias a las acciones u omisiones del partido al que representa.

La autora es: Directora de ChacoRealidades; www.chacorealidades.blogspot.com.ar; Analista del Circulo Acton Chile @CirculoActonChile

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