Ya nadie habla de Santiago Maldonado

Por Ricardo Bustos

La justicia de Chile, está trabajando sobre pistas serias sobre ilícitos que habrían cometido miembros de la comunidad Mapuche del país trasandino.

Carabineros de Chile, detuvieron en la región chilena de La Araucanía, a ocho mapuches, a quienes les incautaron teléfonos móviles en los que descubrieron conversaciones por chat referidas a un envío de armamento y municiones de diferentes calibres desde Argentina. La Araucanía, es una de las quince regiones en que se divide la República de Chile. Su capital es la ciudad de Temuco, ubicada en el centro del país, limita al noroeste y norte con la de Bio Bio y al este con Argentina.

Se sospecha que el envío de armamentos fue manejado por líderes de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), una organización que reivindica la autonomía del pueblo mapuche respecto al Estado de Chile. Las agrupaciones RAM y CAM, operan en el sur de ambos países. La idea es generar un clima de anarquía y violencia extrema. (fuente diarios El Mercurio y la Tercera, CNN Chile y Televisión Nacional de Chile).

En uno de los 30 teléfonos móviles incautados en el operativo se supo que contiene una conversación por chat, fechada el pasado 4 de agosto, en la que uno de los interlocutores identificado como «Negro», «confirmaba que desde Argentina le iban a llegar 6 escopetas, 10 revólveres, 12 pistolas, 2 fusiles, 250 cartuchos, 550 balas del calibre 38 y 84 balas de 9».

Fuentes, vinculadas a la Fiscalía de Chile, apuntaron que actualmente se desconoce la identidad del supuesto contacto en Argentina que facilitaría la entrega de armamento.

Los ocho detenidos en el operativo de Carabineros (policía militarizada) realizado el fin de semana en la región de La Araucanía, a unos 600 kilómetros al sur de Santiago, fueron acusados del delito de asociación ilícita con carácter terrorista, mientras que a dos de ellos se les atribuye un incendio.

Agentes de Carabineros arrestaron el lunes en la sureña ciudad de Concepción a unas 30 personas que se manifestaban en favor de cuatro comuneros mapuches que cumplen una huelga de hambre desde hace 112 días en protesta por su prisión preventiva en relación a la quema de un templo evangélico en el año pasado.

Bien. Como decía el abuelo «no aclares que oscurece». ¿que tiene Chile mas o menos que nosotros para actuar con la Ley en la mano ante una presunción de ilícito?

En Argentina hace años que le estamos dando vuelta al tema de los mapuches, la RAM, la quema de iglesias, casas, camiones, autos y todavía no hemos avanzado un metro.

Santiago Maldonado no aparece y ya se ha convertido en un trofeo de guerra porque nadie sabe dónde está, quien lo tiene, si se ahogó, lo golpearon y falleció, se escapó o nunca estuvo en el lugar y lo utilizan como un mito.

Desde las «organizaciones sociales» que apuran a la justicia, se está confundiendo a la sociedad en su conjunto al ubicar a un gobierno en el mismo nivel del Estado y eso no es así. Se presume que estamos en Democracia y por ello, la división de poderes debe ser respetada aceptando que los gobiernos pasan y el Estado permanece porque somos nosotros.

La familia del joven Santiago Maldonado, pidió que se aparte al juez Otranto de la causa y la justicia así lo hizo. Ahora han designado a un nuevo magistrado que ya habló con ellos pero igual mente están convocando a una marcha en todo el país para el 1º de octubre, cuando se cumplan dos meses de la desaparición del joven artesano.

Nada hará cambiar al trabajo de un juez con mas marchas. Si aceptamos que la justicia está trabajando, debemos colaborar acompañando desde cada lugar que ocupamos en la sociedad sin provocar mas violencia en las calles porque ya hemos comprobado lo que sucede en estas marchas multitudinarias cuando llegan los infiltrados de uno u otro bando a romper todo lo que encuentran a su paso para culpar a todos los que organizan el encuentro.

Quizá, deberían volcar todas las energías en Santiago y no buscar réditos con tantas marchas que solo producen hastío en la gente común que ya está cansada de los cortes de calle y violencia generalizada, provocada por aquellos que viven de y para ella.

Son mentiras que con palos no se puede agredir en una manifestación y si a eso le sumamos las bombas molotov, los hierros y gomeras, los clavos «miguelito» y algún arma artesanal mas, veremos que en una multitud eso es más grave y produce más daño que las balas de goma o los gases lacrimógenos. La violencia desde un lado y otro, generada sin control, hace el mismo daño y todos saben como termina todo.

«La violencia jamás resuelve los conflictos, ni siquiera disminuye sus consecuencias dramáticas». Juan Pablo II (1920-2005) Papa de la iglesia católica.

El autor es: Locutor Nacional-Comunicador.
Capiovi Misiones, Argentina
DNI 7788556

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