Ya se que estoy piantao

Por Ricardo Bustos

Los argentinos que peinamos canas o algunos que ni las tienen, recordamos la letra y música de esa obra maestra que llevó la pluma del Maestro uruguayo Horacio Ferrer y la música del marplatense Astor Piazzolla. «Balada para un loco», nos pintaba con un baño de realidad en la década del 70, cuando con sentimientos encontrados, ya la grieta había pisado fuerte en la mente y ánimo de jóvenes y no tanto.

Quizá para encontrar algo que se acerque a la lógica y tratar de entender por qué somos como somos, deberíamos remontarnos al tiempo en que el puerto de Buenos Aires, (lo que hoy es Puerto Madero con sus imponentes edificios en la Ciudad autónoma de Buenos Aires) asomaba como una incipiente puerta de entrada y salida del comercio internacional que crecía a pasos agigantados con la industrializacion del agro, potenciado por los precios internacionales y las cosechas de la época record para una nación recién llegada al ámbito internacional.

Siempre hubo grietas en Argentina y todas contribuyeron a destruir un poco cada día las ilusiones de aquellos que creyeron ver en un futuro cercano, un país próspero, pleno de posibilidades económicas y sociales. Hasta la música llegamos a exportar.

No alcanzó con la voluntad. Llegaron inmigrantes de todas partes del planeta, algunos creyendo que venían a hacer la América, cuando la realidad es que habían equivocado de barco porque eso estaba mucho mas al norte del continente.

Así las cosas, la mayoría de los pioneros valientes que se atrevieron a esta Argentina confusa, casi vacía de contenidos, eran italianos y españoles (entre ellos mis abuelos, porque llevo sangre de las dos naciones).

No llegaron Ingenieros, Médicos, Arquitectos, Contadores u otros profesionales que pudieran aportar conocimiento para tratar de ensamblar a la Europa que traían en sus valijas de carton cuero, con el gaucho bastante quedado en estas lides de movilizar el esqueleto para producir. Mi abuelo era agricultor en Calabria y acá aprendió el oficio de albañil, otros fueron Mozos en restaurantes o pizzerías, conductores de tranvías u ómnibus, pero muy pocos, paradógicamente, volvieron a su antiguo oficio en el campo.

Fueron los Judíos, Alemanes, Sirios Libaneses, Rusos, Polacos, Ucranianos, Ingleses, quienes sentaron bases y formaron Colonias en gran parte de Argentina, dedicándose a la agricultura y ganadería. 

Como vemos, resulta complicado entender, como es posible que los herederos de aquellos forjadores del progreso que llegaron al país, huyendo de guerras y hambrunas en la vieja Europa, no supimos o no quisimos continuar con ese ejemplo que nos dejaron.

Argentina hoy, se ha convertido en una fábrica de analfabetos, pero contrariamente a nuestros mayores que también en su mayoría lo eran, estos de la actualidad, no trabajan, no estudian, poco les importa progresar o ser parte de algún proyecto de país y algo mas grave…no producen como les decía el líder de sus ideologías, ni siquiera para lo que consumen.

Los hijos o nietos, de aquellos valientes inmigrantes, mujeres y hombres que llegaron a una tierra desconocida, jamás pasamos hambre, porque para nuestros mayores, en una tierra como la nuestra, era algo que no se podía aceptar.

Quizá en años, sean muchos, pero en tiempo espacio y epoca, fué ayer que Argentina figuraba entre los 10 paises mas importantes del planeta.

Argentina año 2022, tiene 100 % de inflación anual, desnutrición infantil y adolescente, inseguridad social y jurídica, inexistenbcia de reglas de juego para saber somo y cuando poder invertir y lo mas grave, con la luz al final del tunel cada vez mas lejana.

Según un estudio en el último informe SOFI de la FAO que analiza los índices desde 2019 a 2021, la República Argentina, fué el país de la región con el mayor aumento de la población con inseguridad alimentaria. Alcanza a un 37 % de la población en total.

La política, los políticos dirigentes, son los responsables directos de estos sucesivos fracasos desde hace décadas y gran parte de la población, es cómplice por continuar votando siempre a los mismos, aún sabiendo que están matando de hambre a sus hijos.

El mundo no está en peligro por las malas personas sino por aquellas que permiten la maldad (Albert Einstein)

El autor es: Locutor Nacional-Comunicador
Capiovi, Misiones, Argentina
DNI 7788556

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