A 7 meses de haber cambiado mayoría de alcaldes no hemos visto primer sometimiento

Por Sin Reservas

Hoy arribamos a 7 meses de haber asumido las riendas en la mayoría de los ayuntamientos otra dirección, y si escudriñamos la Red de Internet, encontraríamos innumerables denuncias de actos reñidos con las leyes, supuestamente realizados en la mayoría de esos ayuntamientos donde hubo cambio en todo el territorio nacional.

Podríamos iniciar con mencionar el que fue dirigido por Alfredo Martínez, alias El Cañero, en el municipio Santo Domingo Este, el cual recibió varias denuncias sobre irregularidades.

También recordemos que aunque Leonel Fernandez, obró para que se quedara, el otro Martínez, Abel, el de Santiago, además de recibir varias denuncias, fue sometido por el Partido Revolucionario Moderno (PRM) que exhibió el voluminoso expediente en una carretilla, cuando lo trasladaba a la Fiscalía de Santiago.

Pero al parecer todo fue teatro político de campaña, similar al que la banda de delincuentes del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en su desesperación por la inminente derrota se inventó, acusando al PRM y otras organizaciones de conspiración electoral.

El país necesitaba salir de Danilo Medina y sus vándalos, y para la posibilidad de ese sueño, tenía necesariamente que valerse del PRM, en la persona de Luis Abinader, y sus candidatos municipales, pues la degradación en TODOS los ámbitos a que nos llevó esa asociación de malhechores no podía soportar un segundo pasada las 10:00 de la mañana del 24 de abril y 16 de agosto del año en curso.

Entonces esa hambre de cambio y de justicia la pusimos en los hombros de los hombres y mujeres del PRM y aliados, con el apoyo del Presidente Fernández y aliados, y se ha logrado dar un paso importante.

Pero más allá de ese paso, necesitamos que los actos odiosos tengan un regimen de consecuencias, si realmente las tantas denuncias tienen asideros, y se lleven ante los tribunales a los responsables.

Más allá de ese paso, si hubo la corrupción en los ayuntamientos que se denunciaron, que no haya «borrón y cuenta nueva», pues 210 días que han transcurrido del cambió de mando, es suficiente para determinar si hubo corrupción de tal manitud que se haga necesario un sometimiento.

Por que si solo observamos y recordamos la situación anterior de esos servidores públicos y su modus vivendi actual, es fácil colegir si modestamente vive en mejores condiciones o si exhibe exageradamente unas super condiciones que no pudo haber logrado honestamente.

Pues estamos hartos de denuncias, denuncias y denuncias y que solo se queden en denuncias, denuncias y denuncias.

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