¡Ay Dios mío!… ¡Pero que ovarios! (Décima)

Por Juan Tomás Valenzuela

¡Ay Dios mío!… ¡Pero que ovarios!
Dice Doña Margarita,
con su cara limpiecita, 
delante de unos becarios,
que los robos millonarios
que hacen los del comité,
no tienen nada que vé
con la moral del partido
y que ni ella ni el ungido
tán en ese guararé.

Los del comité Central,
hoy flamantes funcionarios,
puede llevarse el erario 
y eso en nada va a afectar
a un partido popular 
como lo es el PLD.
¿Que importa lo de ODEBRECHT,
La SunLand y Los Tucanos,
si Jean Alain y Mariano 
también son del Comité?

La vaina de los sobornos
podrían ser 10 mil millones 
y eso no implica razones
pa’meté el partido al horno.
¿Que el desfalco es un bochorno?
Eso será para ustedes.
Pues ni Melanio Paredes,
ni Díaz Rúa, ni Diandino,
ni el sobrino de Quirino,
ni el compadre de João,
se sienten abochornáos
ni ante Brasil ni los Chinos.

¿Que deberían ser más serio?
Tal vez si… ¿y eso que importa?
si quien reparte la torta
lo hace a su propio criterio.
Los que tienen Ministerios
que se busque bien lo suyo,
¿Para que sirve el orgullo
con los bolsillos vacíos?
Enrédese en cualquier lío,
porque al final… eso es suyo.

La doctora Margarita
refexionó sobre el tema
y dijo que es un dilema
manejar tanta platita,
sin que quede una cosita,
pa’cosas particulares, 
para comprarse solares,
sombreros y camisones,
pa’invertir 5 millones
en una yola de lujo
y pasearse sin tapujo
en un Bentley o en aviones.

“Instó a poder Judicial,
si es que aparecen factura,
a imponerles mano dura 
al que se deje influenciar”.
La honestidá es escencial
para una administración,
y si va a haber corrupción,
y no se puede evitar,
le aconsejo negociar 
con Danilo o con Rondón.

13 junio 2018

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