Culpa de la ineptitud, la desidia y la maldad (Décima)

Por Juan Tomás Valenzuela

Aunque Danilo Medina
siquiera estuvo presente,
Anoche, toda la gente,
de manera paulatina,
le voceó desde una esquina,
o del centro del torneo,
que se cansó de mareos
y de promesas vacías
y no aguanta más, ni un día,
de él, su trulla y sus saqueos.

La gente se puso histérica
desde que Cristóbal Marte,
que ha hecho de lamber un arte,
le rindió una coba homerica,
al más corrupto de América
y la bolita del mundo.
y también al vagabundo
que le sirve de escudero,
y a los dos o tres rastreros,
parias de este moribundo.

Aunque Danilo, ni el Penco
se fueron al volleyball,
se oyó en muy claro español
la burla que a estos zopencos
y a los extras de su elenco
le voceó la multitud.
Culpa de la ineptitud,
la desidia y la maldad,
el dolo, la iniquidad,
la pifia y la ingratitud.

El bandido de Peralta,
que si detuvo allí presente,
si en verdá es inteligente
entiende que no hace falta,
dejar que les lean las cartas
el 17 de mayo.
Pues después de este avasallo
que sufrieron sus figuras,
aquí nadie le asegura
que puedan ponerse el sayo.

La gente está empoderada
y jarta de estos malditos,
de Gonzalo, de Pechito,
de Alvarito y de Cavada,
de la vice deslenguada
(a más de corrupta, infiel)
de Danilo, de Miguel,
de Óscar Medina, Rondón,
del enano ma…
y Consuelo Despradel.

Juan de los Palotes
11 enero 2020

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