En el camino aprendí (Décima)

Por Juan Tomás Valenzuela

En el camino aprendí
que llegar alto no es crecer,
que mirar no es siempre ver,
ni que escuchar es oír,
ni lamentarse sentir,
ni acostumbrarse querer.

En el camino aprendí
que andar solo no es soledad,
que cobardía no es paz,
ni ser feliz, sonreír
y que peor que mentir
es silenciar la verdad.

En el camino aprendí
que ignorancia no es no saber,
ignorante es ese ser
cuya arrogancia más vil
es, de bruto presumir
y no quere aprender.

En el camino aprendí
que puede un sueño de amor
abrirse como una flor
y como esa flor morir,
y que su breve existir
fue todo aroma y color.

En el camino aprendí
que humildad no es sumisión,
la humildad es ese don
que se suele confundir.
No es lo mismo ser servil
que ser un buen servidor.

En el camino aprendí
que ternura no es doblez,
ni es vulgar la sencillez,
ni lo solemne es verdad;
vi al poderoso mortal
y a tontos con altivez.

En el camino aprendí
que es mala la caridad,
del ser humano que da
esperando recibir,
que no hay defecto más ruin
que presumir de bondad.

En el camino aprendí
que en cuestión de conocer,
de razonar y saber,
es importante, entendí,
mucho más que lo que vi,
lo que me queda por ver.

Rafael Amor
1906-1072

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