Por Juan Tomás Valenzuela
No solamente a Danilo
y Julio César Castaños
se les fue a pique el engaño
con todo este retahílo.
Al antiguo cocodrilo
de aquesta iglesia ortodoxa,
con esa cara de morsa
y el lento andar de tarado,
el pueblo lo ha rechazado
igual que al viejo Opel Corsa.
Desde cuando Jesucristo,
Agripino está en lo mismo,
aupando el divisionismo
como todo un anticristo.
A este truhán, nadie lo ha visto
utilizar su sotana,
ni su influencia Cristiana
en favor del pueblo llano,
ni en contra de estos malsanos
que siempre nos dan macana.
Como ejemplo de pillaje
de este, dizque hombre de Dios,
hay todo un pasado atroz
de ignominia y tigueraje.
Siempre cobrando peaje
pá servír de mediador,
entre pueblo y corruptor,
entre los buenos y malos,
entre Danilo y Gonzalo,
sin el mínimo pudor.
Agripino ha conducido
todas las negociaciones,
desde Elliot Ness y Al Capone
hasta Leonel y el Ungido.
Sinembargo, este bandido
que se hace llamar Cristiano,
también ha metío la mano
en contra del bien común,
desde Chipre a Camerún
incluyendo al Vaticano.
Pero ahora, en esta vuelta,
no le va a salir tan fácil
usar su verborrea grácil
contra una masa resuelta.
Se puede armá una revuelta
si no sacan a Agripino,
como sacán a Diandino
del espectro nacional
y que se vaya a mediar
entre Leonel y Quirino.
Juan de los Palotes
6 marzo 2020
