Aclaran a los enemigos de Leonel «Peaje Sombra» data de Hipólito Mejía y Miguel Vargas; Documento

Por Sin Reservas

Dicen que «Al dedo malo, todo se le pega», y al Partido de la Liberación Dominicana (PLD) permanecer en el poder por 20 años, la mayoría de las fechorías van sobre Leonel Fernández y Danilo Medina.

Es el caso del Contrato de Concesión de la Carretera Santo Domingo – Samaná, conocida como Carretera Juan Pablo II y el Bulevard Turístico del Atlántico, que alegremente, unos por ignorancia y otros a propósito se lo endilgan al Presidente Fernández.

El Proyecto conocido popularmente como «Peaje Sombra», fue contratado por el gobierno de Hipólito Mejía, bajo la responsabilidad de Miguel Vargas, a la sazón Ministro de Obras Públicas.

Mucha gente ha tenido que salir a aclararlo, ya que por doquier, se propaga que es Leonel, el culpable de ese latrocinio, y uno de ellos ha sido víctor Díaz Rúa, a quien también involucran.

La obra fue dada por concesión y administración de peaje por 30 años a la empresa colombiana Autopista del Nordeste, S.A. Se aprobó en el año 2001 durante el gobierno de Hipólito Mejía, y no durante la gestión 2004-2008 del expresidente Leonel Fernández.

Díaz Rúa sostuvo que la aprobación contó con la anuencia del entonces ministro de Obras Públicas Miguel Vargas Maldonado.

El contrato está amparado en la Resolución 37-02 del Congreso Nacional, que establece en su artículo único lo siguiente:

Fascímil del acto del Poder Legislativo, donde se puede apreciar la fecha del convenio.

«Aprobar el convenio suscrito en fecha 18 de julio del 2001, entre el Estado Dominicano, representado por el ingeniero Miguel Vargas Maldonado, secretario de Obras Publicas y de la otra parte el ingeniero Luis Fernando Jaramillo Correa, presidente del Consejo de Administración de Autopista del Nordeste…..».

«El objetivo de este convenio es la construcción de la carretera Cruce Rincón de Molinillo, bajo el sistema de administración en régimen de peaje por un período de 30 años».

El contrato de construcción establece que la empresa encargada de su construcción y administración, la llamada Autopista del Nordeste, S.A., financiaría de forma directa el 80 por ciento del costo total de la obra, a cambio de que pudiera recaudar el 100 por ciento de los peajes en ambos trayectos por 30 años ininterrumpidos, de los cuales han transcurrido nueve años desde su construcción. Quedando según el contrato algo más de 20 años.

El costo de la obra se elevó a 305 millones de dólares, de los cuales el gobierno dominicano ha desembolsado unos 19,095 millones de pesos, como pago del «Peaje Sombra», a favor de Autopista del Nordeste, S.A., equivalente a más de 282 millones de dólares, pagados durante el período 2012-2019, según informe del Sistema de Información de la Gestión Financiera (Sigef).

Además hasta el 2 de noviembre pasado, el Estado Dominicano pagó 2,676 millones pesos, que corresponden al año en curso.

La figura del «Peaje Sombra» aparece tan pronto los tres peajes levantados a lo largo de esa carretera empezaron a funcionar, con altas tarifas consideradas las más caras del mundo, lo que desestimuló a los conductores a usar esa vía rápida para llegar a las localidades de Nagua y Samaná, cuyo flujo no llenó las expectativas de los constructores.

Fue en esas circunstancias que el gobierno dominicano se comprometió en compensar esa diferencia (pagar por los automóviles que no pasaban) para garantizar la operatividad de lo convenido entre las partes y que los inversionistas pudieran recuperar su capital.

Esa decisión fue duramente criticada en el informe «Autopsia Fiscal», elaborado por la organización internacional Oxfam, en el 2019, en el que afirma que en los primeros ocho años de funcionamiento de la carretera, el Estado pagó a la empresa privada el doble de su inversión.

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