Disculpe por mi ignorancia

Por Ricardo Bustos

La casualidad histórica solo dejará fechas en el almanaque de la vida Cubana porque en la realidad no pudo acompañar a Fidel y Ernesto hasta los últimos días de ambos. Por razones que solamente los que han vivido ese momento conocen y será un secreto que se llevarán a la sepultura, todo continuará siendo misterio, intrigas, espionaje, ideologías, lucha de intereses y mentiras que, como siempre ocurre, algún día cuando se desclasifiquen los informes confidenciales dentro de 50 años quizá los que en esa época vivan, sepan que ocurrió entre los dos líderes que encabezaron la revolución de Cuba en 1959.

La relación que mantenían Fidel Castro y Ernesto Guevara Lynch, conocido mundialmente como el Che Guevara, nunca fué del todo clara para el común de la gente y llamó mucho la desaparición de la escena política en la isla allá por 1965.

La máquina de propaganda Castrista se encargó de promocionar la salida del Che Guevara de Cuba como una necesidad que tenía la revolución, de expandir sus ideales por toda América latina y cuando en octubre de 1967 muere abatido por el ejército boliviano en un pueblo llamado La Higuera, enseguida se puso énfasis al publicar en todos los medios afines, que el ataque al líder guerrillero había sido obra de la CIA y fué precisamente un ex-agente de esa organización de apellido Rodríguez (aunque podría llamarse como quiera que para el caso era lo mismo) declaró a la CNN en su momento que

«Algo de eso hubo. Tenemos que estar conscientes que a él lo mandó a eliminar Fidel Castro. El Che Guevara era defensor de la política de China y eso en Cuba no podía, no se podía permitir porque la isla dependía en aquellos tiempos 100 por 100 de la Unión Soviética».

Si eso fuera cierto, los Castro y su grupo de revolucionarios cubanos, subestimaron la figura del Che y crearon un mártir mundialmente conocido y reconocido por millones de seguidores, algo que no estamos seguros ocurra con la memoria de Fidel Castro. Lo cierto es que los dos jerarcas revolucionarios nacieron con apenas dos años de diferencia, ambos en la década de 1920 y hoy a casi 50 años de ausencia terrenal del Che, será muy difícil que la dinastía de los Castro tenga suficiente capacidad como para mantener en alto el orgullo de considerarse únicos dueños de la revolución.

Dice el refrán que para muestra basta un botón y prueba de ello resultan ser los lugares elegidos para que descansen los restos de Fidel y el Che. Si tan unidos eran los dos, sería lógico que la morada final fuera en un panteón que los perpetuara hacia la eternidad como un emblema de confraternidad aún en la partida final, pero no es así ya que el Che Guevara está en Santa Clara y Fidel estará junto a José Martí en el cementerio Santa Ifigenia de Santiago de Cuba.

Mientras tanto, un manto de dudas, cerrará uno de los capítulos mas interesantes en la historia política de nuestra América hispana. El domingo 7 de octubre del año 2007, el diario El País publicaba un extenso informe relacionado con el lugar donde descansan los restos del Che Guevara y decía… «La polémica rodea el ‘santuario’ de Santa Clara. ¿Están allí los huesos del Che? Para los cubanos, no hay duda. Los restos de Ernesto Guevara fueron repatriados desde Bolivia en 1997, sin embargo diez años después hay indicios que ponen en duda esta versión. Tres expertos europeos -el doctor José Antonio Sánchez, director de la Escuela de Medicina Legal de la Complutense de Madrid; su colega José Antonio García-Andrade, de la misma universidad, y un médico francés especializado en antropología y arqueología forense- han analizado la documentación técnica utilizada por los cubanos.

Dos de ellos han detectado contradicciones irreconciliables entre la descripción del esqueleto llevado a Cuba y la autopsia realizada 30 años antes al cadáver del Che. El tercero cree que las deficiencias de los informes impiden llegar a una conclusión sobre la compatibilidad de los dos cuerpos. Quizá (según el artículo) El Che tenía que estar en La Habana antes del 26 de julio de 1997 para celebrar en grande el regreso a casa del hijo pródigo y dar un poco de moral a los cubanos. Era la orden de Fidel Castro. Que no fuera el verdadero Che sería, después de todo, un mal menor. El Che murió en la miseria… Fidel figura como uno de los hombres mas ricos en las revistas especializadas.

Ahora que se han encontrado, seguramente tendrán mucho para contarse. Lástima que nunca lo sabremos.

El autor es: Locutor Nacional-Comunicador.
Capiovi Misiones, Argentina
DNI 7788556

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