Por Washington Cabello
(NUEVA YORK, Estados Unidos).- El paso de Ida por algunos estados de este país, ha cubierto de luto a más de un centener de familias, cuando hasta el momento se han confirmado las muertes de 49 personas, y una devastación sin precedentes en en los lugares afectados.
El paso de Ida, por la región noreste, en su condición, tanto de huracán, como de tormenta, ha dejado 25 personas muertas y seis desaparecidas en Nueva Jersey, 17 muertas en Nueva York; 5 en Pensilvania, 1 en Connecticut y 1 Maryland.
En la costa este 4,5 millones de personas siguen bajo advertencia de inundaciones por las históricas lluvias registradas, especialmente en el noreste de Nueva Jersey, durante todo el fin de semana. Los ríos están en su capacidad límite, y algunos por encima del nivel
El gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, confirmó a la cadena CNN, el número de víctimas fatales, como las desaparecidas.
El Gobierno aprobó la declaración del estado de emergencia en Nueva York y Nueva Jersey, y ha dado orden para que los responsables locales reciban ayuda federal. Por lo que la región espera recibir importantes ayudas económicas para acometer la reconstrucción y apoyar a las familias y negocios afectados.
El ciclón que entró la semana pasada por Luisiana, en la costa este estadounidense han dejado severas inundaciones por las precipitaciones (lluvias) sin precedentes.
«El miércoles se registró el récord de precipitaciones en una sola hora en Nueva York», informó el alcalde Bill De Blasio. Donde se lanzó un programa para lidiar con la lluvia y el clima extremo.
La fuerza de las lluvias desbordó una vez más a Nueva York y su región, con carreteras inundadas y metros y trenes gravemente afectados, que aún hoy continuaban operando con numerosos problemas.
El servicio subterráneo de transporte de la ciudad resultó muy afectado por las lluvias. Las imágenes de cascadas irrumpiendo en el desvencijado subterráneo neoyorquino o de pasajeros siendo evacuados de los trenes se hicieron virales y han vuelto a disparar el debate sobre el mal estado de las infraestructuras de la zona.
«No quiero volver a ver las cataratas del Niágara bajando por las escaleras de un metro de Nueva York», proclamó la gobernadora, Kathy Hochul, que prometió nuevas medidas para mejorar la prevención ante inundaciones.
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