Por José Luis de la Calva
(LIVERPOOL, Inglaterra).- La inedita acción data de hace cinco años, pero es menester recordarla, pues la emoción es imperecedera y no tiene límites.
Se dice que el amor de una madre no conoce límites. Esta madre de 98 años es la prueba viviente de ese sentimiento.
La anciana madre Ada Keating, se mudó a una residencia de ancianos de Liverpool para estar más cerca de su hijo de 80 años, Tom Keating, que tiene problemas de salud.
En el año 2016, Tom, se mudó al asilo Moss View en Huyton, porque necesitaba de cuidados adicionales. Y cáspita en menos de un año su madre decidió estar cerca de su hijo, así que se mudó al asilo.
Originarios de Wavertree, madre e hijo comparten un lazo especial. Tom, nunca se casó y ha vivido con su adorada madre durante toda su vida. Como el hijo mayor, es obvio que Tom, es especialmente cercano a su madre.
Incluso en el asilo, Ada, sigue llevando a cabo sus obligaciones como madre. Ella contó que va todos los días al cuarto de Tom, para desearle buenos días y avisarle que va a bajar a desayunar.
Asimismo cuando Ada, va a que le arreglen el cabello, Tom siempre espera para saludarla con un fuerte abrazo a su regreso. También dijo que su madre todavía lo está cuidando y le dice que se comporte.
Ada y su difunto esposo, Harry, criaron a cuatro hijos juntos. Ella trabajó como auxiliar de enfermería en el antiguo Mill Road Hospital hasta su retiro, y Tom, era pintor y decorador.
El gerente del asilo, Philip Daniels, dijo que están felices de darles la bienvenida en la residencia. Aunque es raro ver a una madre y a su hijo viviendo juntos en el asilo, afirma que le alegra que el lugar pueda permitirles pasar más tiempo juntos.
Esta dulce historia del amor de una madre debe ser conocida. Al mirar el vídeo, se vuelve más claro que el amor de un padre nunca desaparece. Todos deberían ver este hermoso vídeo para recordar el poder del amor verdadero. El ejemplo más sano de esa verdad absoluta lo ha dado Ada Keating.
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