Por Juan Tomás Valenzuela Ayer vi al ñú y a Leonel confundirse en un abrazo, frente al cuerpo del pelmazo que acaba de fenecer. Hubo asombro por doquier al ver a estos dos mangrinos, a los que el fatal destino de Reinaldo Pared Pérez los unió junto a otros seres que andan por igual camino. Lamentable que este encuentro sea en torno a una funeraria y no a la penitenciaria que aguarda a estos elementos….
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Por Juan Tomás Valenzuela Con un “silencio estratégico” es que el ñús de Arroyo Cano, le responde a sus hermanos y a mi me deja perpléjico. Se dice que está apopléjico y no puede abrir la boca, y Charly, como una loca, hablando pluma de burro, se destapa entre susurros, “que el ñús hace lo que le toca”. Ante las acusaciones de corrupto y gavillero, este ungido bandolero y su recua de lambones, no hacen…
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Por Juan Tomás Valenzuela Nadie esperaba que a este año lo afectara una pandemia, ni sufriera esta engolemia que ha causado tanto daño. Nadie sabía de este extraño que causa tanto terror, Poque ni el procurador, ni este gobernante indigno, habían sido tan malignos como este virus de horror. Sin embargo, ante esta crisis que es de carácter mundial, no todo ha salido mal, ya que el verde fue un elixir, que sirvió de colapicsis…
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Por Juan Tomás Valenzuela Aquella vez que Iris Guaba mandó a atacar a Altagracia, a nadie le cayó en gracia la propuesta de esa chava. Ya era la decimoctava ocasión que esta elementa, instaba al pueblo a que mienta, para incitarlos al odio, en provecho del incordio y su vicepresidenta. Iris, propuso en un audio que le dió la vuelta al mundo, del modo más furibundo, deshonesto y temerario, que hagan presencia en los diarios…
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Por Juan Tomás Valenzuela La clausura de la OISOE y el nombráo de Pimentel, nos dicen que Abinader no va a ser champú de aloe. La norma que nos corroe desde que llegó el ungido, con su penco malparido y la vice de los dientes, se acaban aquí en el 20 tan sólo con un chasquido. Llega Deligne Ascención y se va Ramón Pepín, ese cara de fullín propenso a la corrupción. Se va Susana…
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Por Juan Tomás Valenzuela Mientras que al Penco y al mudo le hacen el fó en la capilla, estos cronistas de orilla se hacen en la vista un nudo. Un ¡buú! estruendoso y agudo que se escuchó en todo lados, pero estos desvergonzados siempre actuando en mala lid, quieren hablar a David cuál si fuera un pie forzado. La vez que aquella psoriasis se comía vivo a este incordio, ni Álvaro, ni el otro escordio…
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Por Sin Reservas
