¿Para qué Danilo Medina impulsa desestabilizar al país?

Por Margarita Canahuate

Percepción, el sentido común de la colectividad de mezclas sociales basada en las experiencias, los hechos. Debería ser ésta la clave para la toma de decisiones correctas de los mandatarios

(De: diariohorizonte.com).- Al presidente Danilo Medina le están llevando estadísticas y sondeos con números altísimos que aparentemente benefician su candidatura reeleccionista. En el fondo el presidente entiende que son manipulaciones que alimentan su ego. Al menos que sea el propio mandatario quién ordene confeccionar las burdas mentiras para él repetirlas, convirtiéndolo en embustero.

Las propagandas esquematizada para desinformar a la población de la aparente popularidad del presidente se han ido desplomando y con ella ha ido engullendo a Danilo Medina y su legal e ilegítima reelección.

Desde el segundo año del mandato de Medina, las discusiones políticas entre su facción de los “danilistas”  ensalzaban la gestión presidencial ‘aparentemente’ fenomenal. Educación, una revolución; Salud, el progreso; seguridad pública, controlada; economía, elevadísima; combate al narco, disminuido a cero; visitas a los pobres; energizantes. El único talón de Aquiles que empañaba tantos ‘aparentes’ logros, era el tema haitiano. Este tema no era del agrado de los ‘danilistas’ y preferían no tocarlo porque entendían que era un asunto difícil de discutir.

Todos los logros del gobierno de Medina que decían sus seguidores, citados en el párrafo de arriba, resultaron ser mentiras. “Embustes.” Todos los números eran manipulados, las llamadas estadísticas de escritorio. Educación, Salud, Seguridad Pública y Economía, habían sido objeto de manipulación en las estadísticas. El combate al narco en cero si fue cierto, …”pero el aéreo”, porque el tráfico de drogas duras por vía marítima se multiplicó alarmantemente, y por consiguiente el lavado de dinero procedente de este crimen de lesa humanidad.

“La percepción de la gente de que las exportaciones no justifican los ingresos del gobierno” y que las grandes torres de edificio guardan el secreto peor guardado muy parecido a la historia de Miami y los “cowboys de la droga.”

El tema Haití es y ha sido por décadas un asunto escabroso para presidentes de potencias mundiales, para la RD y para Haití mismo. Para los Estados Unidos, fue parecido a un intenso dolor de muelas al expresidente Bill Clinton y así lo dejó escrito en su libro “Mi vida.” Clinton endureció sanciones económicas para ese estado fallido de Haiti. Oleadas de haitianos se embarcaban en yolas para intentar llegar a la Florida, huyendo de las represiones y de la tiranía que siempre ha existido. La intervención militar era inevitable y Clinton logra ‘fácilmente’ quitar al tirano, el ex general Raoul Cédras y poner en su lugar al presidente  Jean-Bertrand Aristide; un cura que engañó a los haitianos y al mundo prometiendo trabajaría para los pobres.

En esa historia reciente de los años 90, los matones de Cedrás ejecutaban niños huérfanos, violaban mujeres y niños, asesinaban a curas, mutilaban a sus víctimas, atacaban a mujeres a machetazos frente a sus propios hijos,  para sembrar el terror entre la población. Para los haitianos esto no es nada nuevo. Para muchos dominicanos fue un ‘holocausto’ la gran matanza haitiana de dominicanos en el 1937, el degüello de Moca y Santiago. Gaspar de Arredondo y Pichardo hizo el relato de que fueron encontrados  en la iglesia de Moca 40 niños dominicanos degollados y decapitados. Las ejecuciones fueron hechas por las tropas del general haitiano Henri Christophe, cumpliendo órdenes de Jean Jacques Dessalines. Sin embargo, haitianos degollaron a miles de niños y niñas dominicanas, hombres y mujeres en pueblos, aldeas, hatos y ciudades.  Torturados y sus poblados reducidos a cenizas.  Historiadores afirman que los haitianos sobrepasaron las 10 mil ejecuciones en todo el territorio dominicano. Paradójicamente, Jean Jacques Dessalines fue traicionado por sus propios connacionales Petión y Christophe, que fue capturado, degollado y su cuerpo cortado en pedazos.

Clinton escribió en su libro que era tiempo de parar el asesinato de gente inocente. Pero sobre todo parecía más bien que su ego había sido lastimado, ya que las negociaciones o acuerdos que Haití (Cedrás) firmó con EE.UU. nunca fueron cumplidas. EE.UU. había gastado más de $200 millones de dólares dando refugio a los haitianos que huyeron de su país. Para colmo, el haitiano que recibía ayuda se resistía a volver a su tierra. !Qué dolor de muelas para Clinton.

La deshonestidad es precisamente uno de los problemas entre ese estado fallido y la RD, que los haitianos nunca le han cumplido lo que prometen en acuerdos,  que estos líderes dominicanos ahora les llaman acuerdo como parte del diálogo binacional.

El ex mandatario Clinton buscaba afanosamente instaurar al cura Aristide, quien se había comprometido con los Estados Unidos a defender la democracia. El plan de invadir a Haití, el país más pobre, más desorganizado, y aún bárbaro de la región y del hemisferio se puso en marcha. Cedrás se negaba a cumplir el acuerdo de irse de Haití y se resistió hasta una hora antes de que EE.UU enviara miles de soldados élites para ocuparla. Clinton pensó que había logrado devolver la democracia a Haití con la destitución de Cedrás y la imposición de Aristide.

Con esta gente lidia Danilo Medina. Su ministro Gustavo Adolfo Montalvo Franco cree y hace creer al presidente, que pueden salir victoriosos y gananciosos si le resuelven a los Estados Unidos y las otras potencias, el problema de los haitianos. Y de nuevo Clinton se encuentra en Haití empujando una política parecida a un monstruo de siete cabezas para los dominicanos.

La República Dominicana no sólo está lidiando con sus propios demonios de la corrupción administrativa, el auge del crimen, la pobreza, la paupérrima educación, la fracasada salud, un pueblo en gran parte ignorante, sino que ahora Danilo quiere incorporar a más de un millón de haitianos que vienen de ese desorden de ese estado fallido.

No creo que al presidente Danilo Medina se le haya olvidado que vaciaron dos cárceles con los peores criminales de ese territorio y que se presume se encuentran en la República. Que desde hace décadas los Estados Unidos han presionado a la República para erigir campamentos de ‘refugiados’ haitianos en el país; el llamado  “Plan Éxodo” como pasó en el 1994 con el doctor Joaquín Balaguer, cuando Clinton era presidente. Me permito recordarle al presidente Medina que la respuesta del envejecido mandatario fue un no rotundo.

Balaguer respondió que campamentos de ‘refugiados’ haitianos deberían estar en Haití, no en la República Dominicana, ya que de él permitirlo sería un ‘auténtico despropósito, un desconocimiento, negación y ofensa a la memoria de muchos hombres y mujeres que se sacrificaron literalmente para defender la patria.’ La defensa de la República es un honor nacional. Cerrar sus oídos al veneno de las cobras lisonjeras que le rodean y que le alimentan su ego y la agonía de poder  encaminan al presidente Medina como oveja al degolladero.

HOMBRES DESMEMORIZADOS

Lamentablemente, los hombres que más ansían el poder y que lo logran a toda costa, son los menos calificados para ejercerlo. Los hombres que no tienen cualidades para dirigir una nación siempre buscan repetir la historias más horrendas con la esperanza de que con ellos será diferente.   Los dominicanos no hemos olvidado la ilegal cedulación de miles de haitianos en campaña presidencial del doctor José Francisco Peña Gómez, cuando reveló que él contaba con un colchón de votos.

Un colchón más grande ha ordenado confeccionar Danilo Medina para las elecciones del 2016. Porque a pesar de que ha negociado, o comprado, partidos hasta lo que se suponían eran de la oposición, el PRD, los votos no le dan. Su aprobación ha caído al 48 % y sigue en picada, reveló el diputado Vinicio Castillo. Con el agravante que Danilo tiene en sus manos un PLD fragmentado y enyesado, según el miembro fundador del PLD, doctor Franklin Almeyda. A diferencia de José F Peña Gómez, Danilo Medina alcanzó el poder con el apoyo de su compañero de partido, el presidente del PLD el ex presidente Leonel Fernández; el colchón de votos haitianos no fue necesario.

Se le ha olvidado al presidente que la percepción popular y uniforme de la colectividad electoral en el 2012 reflejaba que él era un hombre desabrido políticamente. Que no llegó a cuajar ni siquiera cuando Leonel Fernández se lanzó a peinar las calles buscando los votos. Ya en el Poder, tiró subrepticiamente su primer ramplinazo en contra de quien lo ayudó a subir cuando se refirió en su discurso que le habían heredado un maletín lleno de facturas. Un maletín que era de él también porque contribuyó a que llegara al poder. Ese mismo día Gustavo Montalvo cerró fuerzas alrededor del presidente abundando que no sabían todavía la magnitud financiera heredada.

Desde el primer discurso presidencial se definieron las líneas políticas al estilo mafioso, al de los cabecillas del bajo mundo, algo parecido a  plata o plomo pero que en política se traduce en “aniquilar y enterrar.” El ‘quirinazo’ fue la consumación de esa conspiración política. Una idea grotesca y completamente opuesta a los ideales boschistas. Por lo que, es necesario volver a la percepción; que el poder se está usando para despropósitos, hasta la de usar los poderes judiciales para persecuciones políticas. “Es alzarse con el poder o que entre el mar y esto incluye legalizar votos haitianos para los próximos comicios … ilegítimos.”

CABALLO DE TROYA

Es tanta la agonía por el poder del presidente Danilo Medina que ha está emulando famosos triunfos y derrotas del pasado.

Clinton visitó al presidente Joaquín Balaguer en el 1994 para ofrecer recursos para dinamizar la construcción y la economía dominicana, a cambio de permitir ‘campamentos de refugiados haitianos.’ El rechazo fue rotundo. Pero Clinton nunca superó que los gobernantes haitianos siempre se burlaron de él en acuerdos binacionales. Haití, un país con hermosas costas pero paupérrimamente gobernado.

El expresidente Clinton era designado enviado especial de la ONU en el 2009, unos meses antes del gran terremoto del 2010.  Clinton sería la cara de la campaña internacional para recolectar miles de millones de dólares para Haití. Ayudaría a movilizar  recursos para la reconstrucción de ese país, devastado por los fenómenos naturales, crisis social, económica  política.  Haití fue uno de los temas más hoscos durante la administración Clinton y ahí, paradójicamente, cuando ocurre el terremoto en enero del 2010, estaba Clinton.

¿Por qué paradójicamente? A casi un año del gran terremoto haitiano, el hermano de Hillary Rodham-Clinton, Anthony Rodhan, logra junto al ex ministro haitiano Jean-Max Bellerive, la concesión para explotar minas de oro y otros minerales en Haití. A raíz del terrmoto del 2010 aumentaron los rumores de que pudo haber sido ocasionado por un ‘fracking.’

Fracking es el proceso de perforación de la tierra bombardeando agua de alta presión a las rocas, con arena y productos químicos,  para liberar el gas en el interior.  En fin, los Clinton ya están asentados en Haití pero continúa el problema de siempre; los haitianos son abusados, asesinados, torturados, la crisis social, económica y política es parte del diario vivir del estado fallido. Qué mejor que enviarlos camuflados en una especie de caballo de Troya.

Y de nuevo, vuelve la presión a la República Dominicana para que acepte la propuesta del 1994; ‘campamentos de refugiados haitianos’ con un complementario elemento; la naturalización y cedulación de haitianos. Danilo Medina accede a todo. Un entreguismo que tiene una sola explicación; la agonía del poder, y que los Estados Unidos apoya la reelección del presidente. A cambio de entregarle el alma a Satanás.

Un engendro de caballo de Troya fue enviado a la República Dominicana y el presidente Medina lo recibió con las fronteras abiertas. Las calles dominicanas son testigos de la invasión, no tan silenciosa, agresiva y con un matiz aparente de pacífica, de varios cientos de miles de haitianos.  Danilo Medina no contó que más del 90 % de la población  condenaría y rechazaría la invasión haitiana que él impulsa, pensando en el colchón de votos para compensar la pérdida de popularidad, precisamente por su actitud sumisa, complaciente, y diligente de haitianizar la República.

LOS CACHORROS DE SATANAS

Recientemente leí el libro “Los cachorros de Satán” del cubano Pedro González Munné. Habla de la propaganda del gobierno federal de EE.UU. a través de comunicadores sociales y la prensa. El gobierno de la República repite la misma práctica deshonesta y tiene en su nómina a un contingente de cachorros, y cachorras.

Durante los tres primeros años del gobierno de Danilo, esos cachorros del periodismo lograron embobar con sus mentiras e impulsar las propagandas del gobierno. ¿Qué pasó que están fracasando en el año electoral? que la realidad de la mayoría de los dominicanos es opuestamente contraria a la quimera publicada por los comunicadores.

No es tan solo la multiplicidad de los actos de corrupción, es la frecuencia con la que están saliendo a la luz pública. No gracias a los funcionarios sino más a la  Mano de Dios que han sido  expuestos al público. El más reciente escándalo, el del suicidio del arquitecto David Rodríguez García, destapó para el conocimiento de la población civil lo que un considerable grupo conocía, que la OISOE es un antro de mafiosos.

Son tantos escándalos de corrupción administrativa, de desviación de fondos y prevaricación, de sobornos y chantajes hasta para procurar el pago de una deuda con el gobierno. Son tantos los carteles y mini-carteles instalados en el gobierno de Danilo que los delitos van en aumento, talvez en la desesperación de creciente probabilidad de que el presidente Medina se perfila a perder las elecciones en el 2016. El gobierno de Medina cuenta con un batallón de comunicadores que prefieren permanecer callados, mudos, tal y como lo hace el presidente ante tantos escándalos.

Ese batallón de cachorros que usan los medios para defender lo indefendible, están siendo torpedeados por la población. Es que un asunto de percepción acompañado con la realidad es difícil de defender. Quien habla se expone a ser señalado de vocero de un gobierno corrupto y están prefiriendo guardar las formas, mientas siguen cobrando. Cobran por hablar, defender al gobierno, por atacar oponentes y hasta por callar.

Pero al final de todo, la pregunta obligada es, si Danilo Medina se vendía como el candidato más cercano a los pobres, si su popularidad rondaba el mismo porcentaje de los dominicanos en contra de la haitianización; el 90 % ¿Por qué enfrentar al pueblo? Al final, es ese pueblo quien lo mantendrá en el poder o lo bajará, dejando Danilo el legado más vergonzoso de la historia dominicana; el discípulo de Bosch que traicionó su líder, y a los padres de la Patria.

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