El Papa, la casa común y los movimientos sociales de cara al drama socio-ambiental dominicano

Por Narciso Isa Conde

Entre los factores nuevos que deben ser ponderados a escala mundial, continental y nacional está el giro que le está dando el Papa Francisco a la intervención de la Iglesia Católica, a la política del Vaticano y al rol del Papado romano.

Hay un cambio. Está marcha un proceso de reformas a nivel interno y un intento sentar bases para un papel sacerdotal a favor de reformas sociales avanzadas.

No es que el nuevo Papa esté abrazando la idea de la revolución y del socialismo, ni que se haya convertido al marxismo o asumido el programa comunista; ni siquiera que sus pronunciamientos sean definidamente subversivos del sistema capitalista-imperialista mundial.

Tampoco lo planteado y asumido por Francisco anula los vínculos del Vaticano con el capitalismo mundial ni la gravitación de las fuerzas conservadoras y ultraconservadoras que históricamente han copado o usurpado esa institución.

PAPA MA 1
Mesa del conversatorio

Pero indudablemente su voz reformadora, con los límites que impone la esencia resistente y la historia de esa institución, es muy influyente sobre la actualidad mundial; está gravitando con temas y directrices que posibilitan mayores coincidencias y oportunidades de unidad de acción de amplios sectores católicos con las fuerzas democráticas, revolucionarias y transformadoras.

El despliegue de esos giros no elimina ni el riesgo del freno, ni el retroceso. Hay otras experiencias más moderadas que han sido cercenadas espuriamente por la curia reaccionaria.

Procede de todas maneras valorar en lo concreto sus criterios, propuestas e iniciativas y las razones que las motivan:

• En la actitud de Bergolio-Francisco hay mucho de readecuación, de viraje para contener el desgaste, de imposibilidad de sostener el inmovilismo conservador (sin un alto costo) frente a un sistema imperialista occidental tan destructivo y un capitalismo en crisis integral crónica y en franca decadencia como civilización.

Hay, además, interés de romper el creciente aislamiento de la Iglesia católica institucional respecto a los movimientos sociales en lucha por la defensa de la vida y del planeta. Por la conquista de las llamadas tres T: tierra, techo y trabajo, tan pertinente en la periferia empobrecida y excluida del capitalismo.

En ese plano hay que destacar la importancia de la Encíclica LAUDATO SI y de discursos como el pronunciado en Bolivia en el encuentro del Papa Francisco con los movimientos sociales.

• La Encíclica papal “Laudato Si” marca un avance tanto en el examen de los daños ocasionados y de las amenazas que se ciernen contra la Tierra, como en las recomendaciones y orientaciones generales contra el sistema que las provoca.

Resaltan en su texto el vínculo entre la pobreza y la fragilidad del planeta, las causas estructurales comunes a ambos fenómenos, y la imposibilidad de superarlos por separado y sin reemplazar el actual sistema global.

Esta Encíclica clama contra graves daños ya ocasionados y denuncia las amenazas. No se queda ninguna expresión destructiva o degradante sin citar, ni ningún peligro que advertir.

Llama a enfrentar a los poderosos, incluidas las transnacionales con su lógica de saqueo y destrucción. Critica la economía actual, su paradigma tecnológico, su modelo de progreso excluyente y depredador, y las formas de poder en función del dinero y la ganancia a costa del empobrecimiento humano y la afectación del patrimonio natural.

Plantea el cambio como desafío: “el cambio real” en las sociedades y en el mundo, y en el interior en el ser humano. Clama por “un nuevo estilo de vida” alternativo al derroche y al egoísmo. Hace un reconocimiento a quienes luchan “con vigor”. Exhorta al debate sincero y a la unidad diversa, plural, ecuménica, inter-religiosa y con los movimientos sociales en lucha, a los que estimula y anuncia respaldar.

Se trata de ideas, actitudes, posiciones y compromisos trascendentes, de significativo impacto mundial, dada la influyente tribuna del Papado romano; independientemente de que éste no se pronuncie claramente por la abolición del capitalismo y no asuma una definición precisa del orden mundial alternativo.

Hay diferencias como esas y otras más.

Clausura a cargo de Monseñor Camilo.

En “Laudato Si” se reitera un punto esencial de las religiones monoteístas: el planeta, la vida, los seres humanos, el universo… se entienden “creación de Dios”. Igual la gestión de Francisco sigue impregnada de una visión patriacal-machista y de no pocos dogmas en temas cruciales como la familia, la sexualidad, el matrimonio, el divorcio, las relaciones entre adultos y menores y jóvenes, la reproducción… y también concepciones distintas sobre la lucha de clase, la violencia, la insurgencia armada y el poder popular…

Pero para unirnos en la lucha por objetivos coincidentes no es obligado compartir esas y otras concepciones religiosas o no religiosas.

Hay otras formas de explicar por cuenta propia nuestra existencia y la del universo, las relaciones humanas… lejos del dogma, apegados/as a la ciencia, más próximo a Darwin, Marx, Engel que a los teólogos.

Hay un feminismo que deja mal parado al machismo.

Hay manera de actuar con independencia en todo lo que no es común.

Hay definiciones irrenunciables sobre los métodos de lucha, las modalidades de rebeldías y la articulación de los actores sociales y políticos; definiciones muy propias de las nuevas vanguardias llamadas a crear conciencia y organización para potenciar el carácter transformador anticapitalista, pro-socialistas, de las indignaciones y movilizaciones. Algo que no es misión de iglesias, aunque sí de revolucionarios/as creyentes y no creyentes.

• Por otra parte, el discurso del Papa Francisco en Santa Cruz-Bolivia tuvo la virtud de sumar al tema ecológico-social otros temas cardinales para el destino de las pobrecías excluidas y de la humanidad oprimida; para reforzar el cuestionamiento al sistema global y optar por el cambio.

En esa exhortación Francisco exige convivir con los/as que sufren para ser conmovidos/as por sus realidades, lo que niega las conductas elitistas muy arraigadas en las altas jerarquías católicas.

Narciso Isa Conde y Melanio Ferreiras, dirigentes de Izquierda Revolucionaria IR juntos a Monseñor Camilo, al finalizar el acto.

Define a los pueblos empobrecidos como los protagonistas del cambio y los convoca a la autoestima, estimulando la confianza en que pueden hacer mucho en esa dirección, exhortándolo no solo la luchar por la reivindicación de sus derechos, sino también “a construir una alternativa humana a la globalización excluyente”. La frase es general pero apunta en dirección transformadora.

Entiende que estamos frente a un “sistema adverso”, subrayando siempre que el “capital arruina las sociedades”, comparando la ambición del dinero que gobierna y el capital idolatrado con el “estiércol del diablo”.

Se apoya en la idea de que el mundo “no anda bien” para plantear la “necesidad del cambio” relacionado con los problemas generados por la globalización de la exclusión; comenzando por unir voces a favor de las tres T: “tierra, techo y trabajo”, elevándolo a “derechos sagrados” y planteando la “necesidad de devolverle al pueblo lo que le pertenece”.

“Cambio real”, insiste el Papa, referido a la descolonización vieja y nueva (transnacionales, TLCs, usura financiera, alienación mediática, colonialismo ideológico, programas de austeridad, intervenciones, deuda ecológica y social, violencia imperial y tercera guerra global por pedazos…); cambio referido a soberanía, cooperación y unidad como Patria Grande, a unión entre la paz y la justicia, a economía al servicio de los pueblos (humana, comunitaria y solidaria), a defensa de la Madre Tierra, a respeto a la diversidad cultural…

Toma de la realidad boliviana la idea del “cambio como proceso” para insistir en la transformación humana que evite el estancamiento y la burocratización. Nos habla, entonces, de “generar procesos” y no simplemente “ocupar espacios”.

• Tales consideraciones y orientaciones refuerzan -más allá de diferencias en otros puntos cardinales- coincidencias trascendentes destinadas a defender la “madre bella que nos acoge”, impulsar las luchas y los cambios para transformar este orden mundial opresivo y cruel, asumiendo “el clamor de la Tierra y el clamor de los/as pobres”.

Ellas tienden a radicalizar las bases populares de esa Iglesia y de la cristiandad, haciéndolas más receptivas al combate y a la insumisión. Amplía los espacios de diálogos y unidad mas allá de los diálogos entre Estados y jerarquías.

Crea mejores condiciones para el despliegue de corrientes reprimidas como la de la teología de la liberación y para la confluencia de la diversidad revolucionaria, sobre todo en países con fuertes raigambres católicas.

Un momento con Monseñor Camilo después del Conversatorio UASD-Bonao

Crea un mejor clima para sembrar la idea del Che de que “entre cristianismo y revolución no hay contradicción” y para potenciar desde abajo la ola continental de cambios a todas luces frenada desde arriba, estancada y con alarmantes tendencias regresivas.
Se abre, pues, un capitulo interesante sin necesidad de hacerse ilusiones en la “izquierdización” de Vaticano del Vaticano y sin descartar acuerdos soterrados y maniobras presentes o futuras conducentes a reducir al reformismo y al progresismo los nuevos aires que podrían oxigenar sensiblemente la Iglesia Católica.

De todas maneras, las nuevas proclama del Papa Francisco tienen el valor de sensibilizar a los pueblos en temas socio-ecológicos con gran poder movilizador y confrontativo como lo es la cuestión del suelo, subsuelo y sobre-suelo.

Y esto es importante en esta fase altamente destructiva y empobrecedora del gran capital transnacional, cuando además desde los centros hegemónicos del imperialismo occidental no se vislumbran cambios que puedan dar paso a un capitalismo más benigno.

La tendencia es a la mutación del decadente neoliberalismo duro hacia algo peor; lo que, aunque el Vaticano desde su crítica al neoliberalismo no se propone una salida revolucionaria, determina que la disyuntiva con más base real en el planeta sea: socialismo o barbarie, comunismo o caos. Esa es una de nuestras grandes ventajas estratégicas.

Y sobre esta convicción propia de los luchadores/as por el socialismo y la libertad, ninguna confluencia útil, ninguna alianza por metas más limitadas, debe gravitar para dejarla a un lado o para renunciar a ella. Nuestra estrategia jamás debe aislarse de las tácticas necesarias. Ambas son inseparables.

• Esto asume especial importancia en un país como el nuestro sometido a un proceso de destrucción del patrimonio natural del país y de la diversidad biológica en general en el contexto de un territorio concesionado a voraces corporaciones mineras transnacionales, granceras inescrupulosas, políticos corruptos, depredadores de bosques y playas, se sigue agravando con la complicidad del Ministerio de Medio Ambiente y la intensificación de las concesiones de explotación en marcha, que entre otros objetivos, persigue la APROPIACIÓN PRIVADA DE LAS FUENTES DE AGUA que han sobrevivido a la depredación y contaminación.

Lugares de alto endemismo de flora y fauna, como es la Sierra de Bahoruco, la Cordillera Central (incluida Jarabacoa y Constanza), la Provincia de Puerto Plata y parte de la costa Norte están siendo devastados por la tala indiscriminada, los incendios intencionales y la extracción de agregados de las cuencas y cauces de los ríos.

Las amenazas de las grandes mineras contra Loma Miranda, la Cordillera Central, el Valle del Cibao, el sistema de ríos de San Juan de la Maguana, de ríos y bosques fronterizos e incluso del Ozama e Isabela -contenidas por la resistencia popular- se mantienen en medio de nuevas maniobras de las Corporaciones transnacionales para garantizar el control del suelo, el subsuelo y el sobresuelo en esas zonas, con especial acento en el control de las aguas.

La decisión oficial respecto a casos tan grave como el proyecto de Falcondo Xstrata Nickel -ahora en oscuro y sombrío proceso de traspaso a la AMERICANO MINIG LIMITED- destinado a explotar y destruir Loma Miranda, seguir las explotaciones en Bonao y eventualmente fue frenada por una inmensa presión popular; pero su declaración como Parque Nacional, asumida por el pueblo, se ha seguido negando por determinación de las transnacionales, la gran burguesía dependiente, el propio presidente Medina que vetó la ley, el Comité político del PLD y sus socios políticos; mientras se reactivan los planes de control del área, recurriendo a la ocupación militar de la zona y permitiendo la degradación de la montaña.

El caso crucial de la Barrick Gold fue manejado para obtener algo más de ingresos para el Estado Dominicano, sin tocar todo lo que entraña en cuanto a negación de soberanía, agresión ecológica, uso gratuito del agua de la presa, corrupción, robo al país y atentado a la sanidad ambiental, a las fuentes de agua y a la vida misma; registrándose en el último año graves daños a la Presa de Hatillo y al río Maguaca, y envenenamiento creciente de fuentes de agua, flora, fauna y poblaciones aledañas.

La encíclica y las posiciones del Papa Francisco convocan a la acción en ese orden. Exhortan a la unidad sin exclusiones, a un frente ecuménico, inter-religiosos, con lo movimientos sociales y la fuerzas que coincidimos con ese enfoque y actitud.

En un país altamente sensibilizado con el tema, con fuerte influencia católica cristiana ese posicionamiento está llamado a cambiar la dinámica de la Iglesia Católica institucional, a elevar su compromiso con la defensa de la madre tierra, a potenciar y ampliar las corrientes más contestatarias y a elevar los niveles de movilización y confrontación con los grandes poderes abrazados al saqueo y a la depredación.

Se facilita la creación conciencia, organización y contrapoder popular hacia cambios trascedentes obstruidos por el Estado actual y su gobierno de turno, por la elite de la partidocracia y el gran capital que los controla y se asume como dueños del país.
El ascenso de las luchas socio-ambientales, la combinación del combate por la defensa de la habitación dominicana e insular de la gran casa común con las peleas por las tres T (techo, tierra y trabajo) y con la lucha por la dignidad humana, habrán de enfrentar en nuestro país una realidad política insoslayable:

• Este Estado está corrompido y son culpables los políticos que han gobernado en los últimos 50 años para enriquecerse junto a los grandes capitalistas, empobreciendo al pueblo y destruyendo el suelo, el subsuelo y el sobresuelo de esta hermosa isla. De este Estado no bebe esperarse cambio alguno favorable al pueblo

• Como no hay democracia institucionalizada, sino dictadura, solo con democracia de calle se pueden resquebrajar este régimen excluyente, destructivo y empobrecedor, y comenzar a superar esta trágica realidad socio-ambiental.

• Es necesario decidirnos a impulsar una transformación profunda a través de un proceso creador de una Constituyente Popular y Soberana, para que los/as de abajo puedan CAMBIARLO TODO y decidir el país que quieren; comenzando por elaborar una nueva Constitución, que inspirada en la del 63, la mejore; superando así medio siglo de farsas y sufrimientos provocados por la intervención militar estadounidense de 1965, que impuso gobiernos anti-populares de derecha, basados en las Constituciones reaccionarias del 1966 y el 2010.

¡CAMBIARLO TODO ES LA CLAVE PARA SALVAR LA MADRE TIERRA Y SALVARNOS NOSOTROS/AS!

narsoisa@gmail.com

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