Por Juan Tomás Valenzuela Una doña fue apresada porque al oír reelección le surgió esta exclamación ¡ pero qué cruz tan pesada ! La llevaron, como es norma, hacia el servicio secreto, y allí, un oficial molesto, la interrogó de esta forma: “¿Es decir, doña Estelvina que estaba usted pronunciada, diciéndole cruz pesada al gobierno de Medina?” La doña, por lo asustada, perdió la calma y el tino, y buscando una coartada le dijo en…
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