Decido ser yo

Por Awilda Lora Cuello

«La mejor sensación del mundo se experimenta al hacer algo que todo el mundo dijo que no podías hacer».

No es secreto para nadie que a las mujeres, desde que estamos en el vientre de nuestras progenitoras —una vez que nuestro sexo ha sido definido— se nos imagina una vida marcada por un patrón, que se rige por el estereotipo de «mujer» que ha impuesto la sociedad; que consiste en conseguir un buen esposo y ser una buena madre.

Si bien, quieren que estudiemos y seamos profesionales, es de importancia vital, que consigamos un marido que sea buen proveedor y nos dediquemos a las tareas domésticas como la típica «esposa ejemplar», que es lo que se considera como una «mujer exitosa». Hasta se ha olvidado la relatividad del éxito.

Estas ideas son infundidas en nosotras desde pequeñas, separándonos y escogiendo las personas con las que compartimos en nuestra niñez, e incluso, irnos acostumbrando a hacer las tareas del hogar mientras los varones se dedican a actividades recreativas.

Así mismo, las mujeres no se supone que seamos deportistas porque hay otras clases de actividades destinadas para nosotras, así como muchísimas otras cosas, que según la sociedad están completamente vedadas para las mujeres, desde tiempos inmemorables. Todo esto, bastante relacionado con que se nos considere el sexo débil.

Pero, ¿Qué pasa si una mujer no considera prioritario formar una familia?, ¿Qué pasa si quiere presidir un país, ser una gran jugadora de básquetbol, quiere ser militar o simplemente hacer algo diferente con su vida?. La respuesta es: que sería diferente. Y ser diferente no es malo, en lo absoluto. De hecho, la diversidad es lo que define la personalidad y es lo que te hace especial.

Sin embargo tenemos miedo; miedo a ser juzgadas, miedo a no encajar, miedo a ser señaladas como «Raras» y miedo a que no seguir la costumbre no sea lo correcto.

Como mujeres, consideremos que no estamos destinadas necesariamente a ser el adorno de un hombre, que tenemos muchísimo más potencial por explotar, y muchísimas cosas que lograr, para, relativamente, considerarnos exitosas.

Las costumbres no son leyes, son solo creencias que se practican con cierta regularidad. Por eso, es válido salirse de los esquemas y hacer algo que cuente, algo que te haga diferente del resto, algo por lo cual ser recordada…

Las mujeres tenemos tanto derecho a ser líderes como lo tienen los hombres. Y no quisiera parecer alguien que odia al sexo opuesto, todo lo contrario, solo creo que ellos han sido privilegiados a lo largo de los años con sus «obligaciones», gozando de una libertad que hasta hace poco para las mujeres, resultaba inaccesible.

Por suerte los tiempos han cambiado…solo falta que también cambiemos nosotras. Que el mundo sienta la presencia femenina, y demostremos que somos más que belleza y cuidado del hogar. Atrevámonos a ser lo que queramos, porque quien te juzgue, no será quien disfrute tú victoria, si no, tú. #SomosJOBAL

redaccionjobal@gmail.com

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