La lealtad y sabor dulce de la victoria: Somos sujetos de la nueva historia

Por Maximino Brito Lazala

Mi padre me enseño a ser leal, y probó el sabor dulce de la victoria, cuando tocó vivir sus últimos 37 días al lado su familia y amigos. Partió viendo el fruto de la lealtad.

Todos los miembros de este Grupo Corporativo han sido leal a mi humilde persona, han creído en mi, han creído en el Gran Proyecto y cada uno ha dado lo que han podido dar, y hoy quiero mostrarle mi le lealtad.

Celebren que son parte del más grande proyecto después de muerte de Trujillo, y no se lo digan a nadie ustedes todos son millonarios en pesos y dólares.

El Poder de la Lealtad: Lección aprendida de mi padre

El autor es: Ingeniero, Empresario (Presidente del Fondo Privado de Inversión), Experto en Geopolítica y Negocios y Poeta

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