Revisando la egoteca

Por Guillermo Cifuentes

“Qué difícil se me hace, cargar todo este equipaje, se hace dura una subida al caminar. Esta realidad tirana que se ríe a carcajadas, porque espera que me canse de buscar.” Llegado a la isla por culpa del pecado. Fue columnista del diario “La Discusión” de Chillán, (Chile). Guillermo Cifuentes

“La objetividad es un afán de poner a otro en la posición de uno”. Humberto Maturana

Mi intención esta semana era escribir sobre la cultura autoritaria por lo que me puse a releer “Actas del Alto Bío Bío”, esa obra magistral de Patricio Manns que luego de una primera lectura deja enganchados a sus lectores y hasta hace soñar a uno con lograr escribir aunque sea alguna cuartilla que logre parecerse a las suyas.

En eso estaba cuando sorpresivamente me he encontrado convocado a una polémica y no es verdad que me la voy a perder. Especialmente porque manifestar diferencias es un suceso extraño, poco frecuente. Quizás sea el espíritu de “Foro público” de mucha comunicación social, y hasta el miedo, lo que explica que antes de manifestar una discrepancia se diga: “El es mi hermano, pero…” o mucho mejor todavía “Mi dilecto amigo…”.

A pesar de que el primero de este mes escribí que haría bien no leer los periódicos ni ver la televisión y que el tiempo que se nos venía encima debíamos aprovecharlo para hacer una profunda reflexión, me llega esta convocatoria a degustar un bombón y lo haremos por partes:

Preámbulo. Reconozco que sobre táctica y estrategia me salté hasta a la Marta Harnecker por aburrida. Lo digo para que quede claro que lo único que domino sobre el tema lo escribió Benedetti (“mi táctica es /hablarte /y escucharte /construir con palabras /un puente indestructible… mi estrategia es /en cambio /más profunda y más /simple”).

1.- Debo empezar por precisar dos cosas: que el centro de esta ‘discrepancia estructural’ radica en que creí que la reelección no podría ser vencida y que en el articulo sobre la segunda vuelta https://www.sinreservas.com.do/opinion/columnistas/se-acuerdan-de-la-segunda-vuelta/ que desató los demonios recordé la posición del ex-presidente Mejía cuando dijo que si Medina era candidato se iba para Gurabo a sembrar yucas y mangos.  En cambio don Felipe, el adivino, escribió “Y no le será fácil ganar porque el propio Medina como capitán del barco reeleccionista está logrando lo que parecía casi un imposible: unificar a la oposición contra él”. Por lo tanto no es cierto como dice ahora que “A los “alternativos” correspondía romper el propósito del PLD de mantener dividida a la oposición para pasar la reelección”.

“Yo que en dos ocasiones advertí a Luis Abinader de no aceptar volver a salir fotografiado con Miguel Vargas Maldonado y mucho menos que su fotografía (la de Abinader) apareciera en la boleta del PRD”,afirmó don Felipe, el divisionista, que hizo la recomendación “porque en vez de sumarle simpatía se las restaba, desperté con asombro cuando vi que el propio Medina se encargó de evitar que esto sucediera al llevarse para el bando de la reelección al “líder” perredeísta”. No advirtió don Felipe, el asesor, que una foto con Quique no le aseguraba a Abinader el triunfo en primera vuelta.

Como no recordar, en este punto, ese escrito fundacional sobre “los bandazos de Abinader” que don Felipe, el amnésico, dejó en las opacidades de la memoria y la responsabilidad perdida.

2.- Don Felipe, el estadístico, goza con los resultados de los “chiquitos”, práctica común en la cultura autoritaria. Pero sus amores por el antiguo virreinato no deberían permitirle olvidar que PPK es presidente del Perú por un 0.24%.   Hay números pequeños que en política deberían ayudar a ‘formulaciones tácticas’ menos destructivas de quienes deberían ser, por lo menos, amigos cívicos de su asesorado.

3.- El tema de la derrota de los alternativos no es el tema de don Felipe. https://www.sinreservas.com.do/opinion/columnistas/sin-alternativa/ El tema es  ‘su’ derrota, repetida cada cuatro años, por aspirar solo a llegar al gobierno con quien esté disponible para -como dirían en Chile- “matar la perra”.

4.- El tema de la unidad tampoco es el tema de don Felipe, el derrotado.  Como lo que él quería era que todos los “alternativos” apoyaran a Abinader (para dejar de ser alternativos), nos sigue debiendo una precisión: ¿Hasta donde llegan los alternativos? ¿Caben ahí los reformistas que tuvieron una ‘conducta táctica unitaria’ ejemplar con una continuidad mantenida con coherencia reconocida desde los sucesos de la “Hacienda María”?

Como los tácticos -y por supuesto nuestro invitado de hoy- no distinguen entre una alianza electoral, un acuerdo político o una “juntadera”, están desde siempre condenados a ser entusiastas promotores de las “juntaderas”.

5.- En el artículo sobre la segunda vuelta este escribidor no puso el tema de Perú como referencia de nada. Mucho menos pretendí hacer comparaciones entre candidatos o candidatas. Don Felipe, el comparador, fue el autor del acierto y tendría que aclarar quién fue aquí Keiko y quién PPK.

Fue don Felipe, el táctico, el que puso como ejemplo de acierto el caso de la izquierda peruana en la segunda vuelta. Sigo defendiendo que el ‘acierto táctico’ fue participar en la primera vuelta, aun cuando las posibilidades de ganar la presidencia del Perú eran igual a cero para Verónika Mendoza. Ella, libre de intereses y apetencias personales se inscribió y compitió democráticamente.

6.- Lo de Verónika es fácil: aquí no hay izquierda, por lo tanto no había candidato de izquierda (lo escribí antes). Don Felipe, el crítico, debe saber que Verónika Mendoza también tuvo sus ciprianes que escribieron cuestiones tan épicas como acusarla de ser la “amiguis parisina de Nadine”. ¿Me entiende?

7.- Tampoco puedo estar de acuerdo con don Felipe, el francotirador, cuando se lamenta por el encuentro tardío de los candidatos de la oposición. Llama la atención que para don Felipe, el americanista, apoyar sin condiciones a un candidato de derecha en segunda vuelta sea en Perú un acierto, pero que juntarse en RD para reclamar cumplimiento de la ley sea otro error.   Y, claro, aquí importa saber qué es lo que se quiere o se quería. Lo que don Felipe, el unitario, quería es que todos y todas apoyaran el pacto PRM-PRSC. Pasada la elección, nadie con algo de convicciones democráticas puede negar que las instituciones democráticas no funcionaron. Espero que nadie ponga a Keiko como ejemplo por haber reconocido el triunfo de PPK.

Los que no quisieron participar aliados en el proceso electoral, no están en absoluto prohibidos de realizar acciones conjuntas para denunciar irregularidades y defender sus derechos. Quedará, estoy seguro de eso, como un importante suceso de la larga lucha por la democracia dominicana lo hecho por los ex candidatos presidenciales quienes marcaron, por fin, un alto a las prácticas corrientes y ahora también extraordinarias que violan la voluntad soberana del pueblo. Desde ahora los fraudes van a ser, por lo menos, más difíciles.

Lamentablemente los reclamos de hoy no han tenido el apoyo internacional de 1978, pero don Felipe, el nostálgico, debería recordar y desear de verdad que tengan éxito puesto que desde el proceso electoral de 1978 (que es como la “Sierra Maestra” de los tácticos) no había un cuestionamiento de esta magnitud al proceso electoral.

8.- Ahora queda que concluido este proceso los candidatos y candidatas hagan la evaluación tanto del proceso como de su participación. Tengo la impresión de que habrá muchas sorpresas cuando se sepa cómo fueron las cosas, los esfuerzos que se hicieron y quiénes se negaron, etc. Soy de la idea que se debe esperar pues es a los políticos y políticas que les corresponde esta responsabilidad, no es a los opinólogos ni opinólogas (el PLD lo hará el 20 de junio). Y ojalá que los comunicadores, comuniquen. Allí recién, tendremos hechos y podremos opinar sobre ellos. Sabremos quienes dicen sin tener la información y quienes simplemente mienten.

Hace años en mi casa chilena un compañero en la lucha contra la dictadura y actual vice ministro del gobierno de M. Bachelet se despachó una frase que sigue en mi mochila: “Guillermo, en política no hay nada peor que los conversos”.

Eso puede ayudar a comprender el por qué hay algo mucho peor que ser alternativo: ser ex alternativo.

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