Por Juan Tomás Valenzuela
Al hermano de Candita,
Miriam, que no cree en cuento,
le ordenó un allanamiento
ayer por la tardecita.
Está cobrando colita
otro miembro proverbial,
de la familia real
del monte de Arroyo Cano,
que solo parió gusanos
y gente propensa al mal.
Ahora, a quien le toca el turno
es a Alexander Montilla,
uno más de la pandilla
de ese ungido taciturno.
El trabajo era nocturno,
según propuso Camacho,
pero como este muchacho
taba con Simón Lizardo,
Miriam, se buscó un respaldo
y apresó a aquel mamarracho.
Hasta el Mirador del Sur
llegó la guardia montada,
el equipo de Cavada,
Nuria Piera y Juan Lamur.
Tuvieron a este tahúr
sentado en la galería,
mientras la gente salía
con todito el mobiliario,
la nevera, el armario,
inversor y baterías.
Los agentes se llevaron
de la casa de Alexander,
un pote de sebo e’ Flander
que anteayer le recetaron.
Al pobre se le llevaron
hasta la tablet Androide,
la crema de la hemorroide
que usa desde el 17,
una Tahoe, dos Corvettes,
y cuatro pilas alcaloides.
Al hermano de Candita,
que sufrió este allanamiento,
Miriam no le creyó el cuento
de la mina de bauxita.
De acuerdo a cómo está escrita
esta orden de cateo,
este carajo está feo
para el carnet, pá la foto,
pá la bolita, la loto
y según René… pa’l Bufeo.
Juan de los Palotes
10 febrero 2021
