Falsa percepción

Por Félix Santana García                                                                        

Pasan velozmente los días, horas, minutos, segundos y el almanaque aproxima a la República Dominicana a una nueva cita con la historia electoral, el 15 de mayo del año que discurre, fecha en la que el pueblo dominicano concurrirá a las urnas a elegir a 4,106 candidatos desde los cargos presidencial, congresual y municipal para el cuatrienio 2016-2020.

Participarán en dicha contienda electoral varios partidos y movimientos políticos entre los más importantes y con más posibilidades de triunfo se encuentran el Partido Revolucionario Moderno (PRM) el cual lleva como candidato a la presidencia de la República al Licenciado Luis Abinader Corona y el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) organización política que presenta como candidato al Lic. Danilo Medina Sánchez, quien busca su primera relección presidencial.

El partido de gobierno PLD lleva con el actual período gubernamental que concluye el 16 de agosto del presente año unos 16 años en el poder (1996-2004-2008-2012 y 2012-2016) con una pausa de unos cuatro años, 2000-2004.

Esta institución ha exhibido en sus mandatos, habilidades, destrezas, subterfugios, violaciones de leyes y la constitución, tráfico de influencia, corrupción y otras acciones estratégicas para mantenerse en el poder a como dé lugar, destacándose entre dichas acciones las estrategias psicológicas hasta el extremo de abusar si se quiere de las ventajas y privilegios que ofrece el ejercicio del poder a quienes de forma malsana así lo detentan.

La actual campaña electoral no ha quedado atrás en cuanto a tales desmanes, incluyendo el uso indiscriminado de los recursos del erario que se surte del dinero que las autoridades de turno arrancan inmisericordemente de los bolsillos de los dominicanos, mediante los impuestos regresivos e indirectos que succionan a los exiguos ingresos que perciben los trabajadores.

Recaudaciones a través de impuestos y gravámenes que cada año crecen exponencialmente mediante reformas tributarias que el partido en el gobierno aplica cada cuatro años o cada vez que ellos debilitan las finanzas públicas sin ningún tipo de miramiento o condolencias.

No importa generar o aumentar los déficits fiscales o presupuestales si hay unos tontos que aportan tales faltantes de dinero que se traducen en nuevos préstamos que el pueblo paga.

Pero lo peor de todo ello es que no existe un organismo supra que ponga coto a tales acciones y someta a la justicia a los infractores gubernamentales de las leyes previamente aprobadas.

Lo penoso y asombroso es que cualquier autoridad que infrinja las leyes solo es denunciada pero no es sometida a la acción de la justicia que lo pueda conducir hasta las rejas de Najayo y otras cárceles.

Países de América del sur y Centroamérica hasta con menos crecimiento económico han hecho conciencia entre sus ciudadanos para llevar a los banquillos de los acusados por simples actos de corrupción cometidos.

El daño que los gobiernos del PLD le han propinado a la institucionalidad del país casi es irreparable si no se rompe ya con el actual estado de cosas, donde las malas acciones se celebran y hasta se premian.

No hay delimitación de los poderes del Estado ya que todos están bajo las influencias del Poder Ejecutivo. No hay quien audite a quienes fiscalizan a los más débiles por lo que el estado de derecho dominicano es vulnerable.

Hoy se vive en República Dominicana una campaña electoral abusiva y de poco entusiasmo, tanto es así, que se puede establecer diferencias bien marcadas entre las pasadas campañas y la actual, por el hecho de no se siente la alegría de lo que debería ser la fiesta de la democracia.

Lo anterior se puede fácilmente comprobar con el solo hecho de realizar un vistazo panorámico a las distintas calles de la ciudad capital y se podrá percibir en el ciudadano común un dejo de poca o ninguna esperanza o expectativa de ver cambiar el estado de cosas.

Esto así porque los artistas del gobierno actual, expertos en crear y vender falsas imágenes e ilusiones esgrimiendo las más inverosímiles artimañas han tratado de deprimir, desvirtuar y desmeritar a los integrantes del principal partido de oposición (PRM).

Las autoridades del momento han logrado manipular el pensamiento y accionar libres de los dominicanos mediante la compra de conciencia basándose en mitigar brevemente la necesidad más sensible de la humanidad que es el hambre y la pobreza por la que actualmente la mayoría de los dominicanos atraviesa.

Ante tales acciones dirigidas a la compra de conciencia han logrado enquistarse en el poder y nueva vez repiten sus estrategias manipuladoras hasta la saciedad mediante el silencio del sentir de los dominicanos por las debilidades de impotencia que estos exhiben.

Es fácil manipular a una persona si a esta cada día no le llegan los nutrientes necesarios para su subsistencia por lo que es muy fácil la compra de conciencia o la compra del poder del voto.

El dominicano, distinto a épocas anteriores ante un evento tan importante como el que en unos días se celebrará en el país (elecciones nacionales), se comporta taciturno, pensativo o reflexivo, apesadumbrado, melancólico y dubitativo ante la importante cita que tiene con su futuro el próximo 15 de mayo venidero.

La percepción que las autoridades y candidatos del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) han querido entronizar en los dominicanos de que ellos encabezan todas las encuestas y que por tanto no sería necesario celebrar elecciones generales, ha quedado desvirtuada ya que el dominicano ha de tomar su decisión definitiva el 15 de mayo y no en otra fecha.

Como no se ven casi banderas de los partidos políticos en campaña electoral en los hogares, ni gorras en las cabezas de simpatizantes y muchos menos afiches en los vehículos que transitan por las principales vías y centro de diversión, es una muestra fehaciente de la falsa percepción que el oficialismo ha enarbolado de un triunfo absoluto de sus candidatos sobre sus oponentes.

Hoy las grandes mayorías reflexionan profundamente sobre la necesidad de que se produzca un cambio de autoridades por la salud de la democracia dominicana, por lo que gran parte de lo que se ha querido hacer creer es simple espejismo.

felix.felixsantana.santanagarc@gmail.com

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