La venta de ajo es grosera (Décima)

Por Juan Tomás Valenzuela

El que quiera ajo del bueno
que vaya a la fiscalía
porque la oferta del día
va a provocar desenfreno.
La venta del ajo ajeno
por la titular de Mao,
supera la del cacao,
la del guineo, la de yuca,
la de mandioca, zambuca
y del clerén pirateao.

La venta de ajo incautado
es mucho más lucrativa
que la de Old Parr, Chivas Regal,
y otros whiskys importados,
más que la venta de helados
y la de agua en botellita,
más que el Palé, Caraquita,
leña, madera y carbón,
más que una exoneración
y una fiesta de Fefita.

Mientras la venta de ajo
en Mao se dá al por mayor,
el señor Procurador
se desvía por un atajo,
diciendo que su trabajo
lo concentra en mejorar
el desempeño fiscal
en toda sus dependencias,
que opera con deficiencia
y é la pretende arreglar.

La titular Sonia Espejo,
que es la fiscal de Valverde,
aparenta que no muerde,
pero eso es solo un reflejo.
Por algo se llama Espejo
esta digna comerciante,
que trata de echar pa’ lante
un negocio lucrativo,
aliada con unos vivos
en esta empresa brillante.

Pero el que está del carajo
es este procurador,
que defiende con fervor
a este grupo de guanajos,
que mientras venden un ajo
incautado en la frontera,
él nos vende la quimera
de que aquí todo anda bien,
mientras desde un almacen,
la venta de ajo es grosera.

16 enero 2018

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