Los que cometían deslices, desde los cuerpos castrenses (Décima)

Por Juan Tomás Valenzuela

Casi en el mismo momento
en que descubren la trama,
un entusiasta me llama
para háblarme de un encuentro
entre un general, sargento
y algunos legisladores,
que a más de socios, deudores
de regímenes pasados,
orquestan un entramado
contra los procuradores.

Se supo que a Berenice
le tenían el agua puesta
porque entre Camacho y esta,
tában cazando lombrices.
Los que cometían deslices
desde los cuerpos castrenses,
con ese accionar mostrense
que define a los corruptos,
planeán junto al del eructo,
acciones maledicenses.

Aunque le echaron el guante
a los de este plan brutal,
se supo de un general
soez, corrupto y farsante,
que hizo reuniones distantes
con más de un legislador,
en las que empeñó su honor
para que sus militares,
no caigan de los altares
aún haciendo lo peor.

Este carajo a la vela
pidió que a los militares,
en sus faltas procesales
no los hagan coger pela.
Que sea en su misma parcela,
(como cuando el erudito)
si se cometió delito
o alguna otras faltas graves,
su honor no se menoscabe
por un tribunal adscrito.

Pero no se les va a dar,
el principio precautor
faculta a procurador,
en cuanto se ejerce el mal,
a llevar al tribunal
de la justicia civil,
a quien pudiera incurrir
en delito o falta grave
y manda a botar la llave
si intentare reincidir.

Juan de los Palotes
31 mayo 2021

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